Anacrea
Hermanos míos: Nos enfrentamos a un grave e inminente peligro. Los que nos temen acabarán destruyéndonos. No sabemos cuándo se producirá el ataque, ni de dónde vendrá ni qué fuerzas se levantarán contra nosotros. Sólo sabemos que se está preparando una nueva arma para destruirnos. ¿Cómo vamos a defendernos de este peligro desconocido? Con vigilancia. Con sabiduría. Con sacrificio.