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eso es todo? —instó Samantha.

Richard pensó que la muchacha sonaba como si intentara ser optimista.

Se pasó una mano por los ojos y leyó el final del relato de Naja Luna, con la esperanza de llegar al menos a alguna información sobre soluciones a los problemas. Le desalentó lo que encontró.

—Cuenta que las mejores mentes y los magos con más talento del Nuevo Mundo fueron incapaces de dar con un modo de eliminar la amenaza. Dice que combatieron contra los mediopersonas y los muertos vivientes, a menudo saliendo victoriosos, pero que incluso en la victoria perdían continuamente a personas valiosas. Las bajas que padecía el Viejo Mundo no significaban nada para ellos porque podían reanimar a tantos muertos como necesitasen, mientras que las bajas en nuestro bando eran costosas y representaban una sangría constante de fuerzas y recursos.

»Explica que todos sabían que si no se hacía algo pronto para poner fin a la amenaza, o al menos contenerla, el Nuevo Mundo, y la vida misma, iban a perder la guerra.

»Incapaces de dar con una medida efectiva o un modo de destruir tal amenaza, estaban desesperados por hallar una solución que pudiera salvarlos de la aniquilación, así como preservar el mundo de la vida. Al final, dieron con una respuesta que no era tan buena como habían esperado, pero que era lo mejor que podían hacer.

»Cuenta que usaron hechizos de gravedad que inexorablemente atrajeron tanto a los muertos como a los mediopersonas a este lugar. Luego, los magos del Nuevo Mundo pudieron encerrar herméticamente a estos demonios sin alma tras una barrera de hechizos custodio.

—Hechizos de gravedad, hechizos custodio… jamás había oído hablar de una magia así.

—Tampoco yo —dijo Richard—. Naja no entra en detalles sobre la naturaleza de esos hechizos, pero parece bastante clara su función. Lo que sí dice es que de este modo pudieron por fin proteger a todo el mundo de estos demonios sin alma.

»A continuación no escatima esfuerzos para pedir disculpas en nombre de su pueblo por verse obligados a pasar este peligro terrible a alguna generación futura, pero no había nada más que pudieran hacer porque de lo contrario Sulachan habría ganado la guerra y no existirían futuras generaciones.

»Dice que lo mejor que pudieron hacer fue poner la barrera y crear un pueblo centinela para que la vigilara y advirtiera al consejo de magos del mortal peligro en el caso de que la barrera dejara de funcionar.

Dio un golpecito a los símbolos siguientes.

—Esto es alarmante. Dice que, con suerte, para entonces el consejo de magos habría encontrado un modo de eliminar la amenaza de una vez por todas.

—Bueno, nosotros sabemos que eso jamás sucedió —indicó Samantha—. Y ahora ni siquiera existe un consejo de magos.

—Me temo que tienes razón. Ella implora a las gentes de aquí que mantengan la vigilancia, porque cuando esa barrera falle aquellos que carecen de alma vendrán a por los vivos y el mundo de la vida volverá a estar en peligro.

Richard se inclinó un poco al frente, estudiando el símbolo siguiente.

—Dice que es importante que sepamos que los mediopersonas buscarán a los que poseen el don.

—¿Los que poseen el don? —inquirió ella, torciendo el gesto—. Ella mencionó antes que el don no funciona contra estos muertos vivientes ni contra los impíos medio muertos, así que, ¿por qué tendrían que molestarse en ir tras nosotros?

Richard sacudió la cabeza.

—No lo sé. No lo explica.

Su ira hervía al pensar en lo que les había sucedido a las tropas de la Primera Fila y a sus amigos. No podía permitirse aguardar más. Necesitaba saber todo lo que pudiera averiguar del relato de Naja, pero el tiempo se agotaba.

Samantha seguía frunciendo el entrecejo sumida en sus pensamientos.

—¿Para qué querrían los mediopersonas a los que tienen el don?

Richard suspiró contrariado mientras escrutaba las hileras de símbolos.

—No lo dice. A lo mejor piensan que los que poseen el don tienen algún modo de darles almas. —Echó un vistazo en dirección a Samantha por el rabillo del ojo—. O a lo mejor estas criaturas, en su desquiciada obsesión, piensan que hay algo especial en el alma de alguien con el don. Puede que crean que es más fácil de obtener, o a lo mejor incluso creen que si obtienen su alma, entonces también poseerán el don.