Notas

[1] Véanse los siguientes trabajos:
Osmond Humphrey y John Smythies, «Schizophrenia: A New Approach», Journal of Mental Science, Vol. XCVIII (abril de 1952). <<

[2] En su monografía «Menomini Peyotism», publicada en las Actas de la American Philosophical Society (diciembre de 1952), el profesor J. S. Slotkin ha escrito: «No parece que el uso habitual del peyotl produzca un aumento en la tolerancia o en la dependencia. Sé de muchas personas que han sido peyotlista durante cuarenta o cincuenta años. La cantidad de peyotl que utilizan depende de la solemnidad de la ocasión; en general, no toman ahora más peyotl del que tomaban hace años. Por otra parte, hay a veces una intervalo de un mes o más entre los ritos y pasan todo este tiempo sin tomar peyotl ni sentir deseos de él. Personalmente, después de una serie de ritos a lo largo de cuatro semanas sucesivas, ni aumenté la cantidad de peyotl consumido ni sentí una necesidad continua de tomarlo.» Hay evidentemente buenas razones para que el «peyotl nunca haya sido declarado un narcótico» y para que «su uso no haya sido prohibido por el gobierno federal». Sin embargo, «durante la larga historia de los contactos entre indios y blancos, las autoridades blancas han tratado generalmente de suprimir el uso de peyotl, por haberlo considerado una violación de sus propias costumbres», si bien «estos intentos han fracasado siempre». En una nota, el doctor Slotkin añade: «Es asombroso oír las fantásticas historias sobre los efectos del peyotl y la naturaleza del ritual que cuentan las autoridades blancas y las indias católicas en la Reducción de Menomini. Ninguna de estar personas ha tenido la menos experiencia directa con la planta o la religión, pero algunas de ellas se imaginan que están muy al tanto y escriben informes oficiales sobre el tema». <<

[3] Véase Apéndice I. <<

[4] Véase Apéndice II. <<

[5] Véase Apéndice III. <<

[6] Véase Apéndice IV. <<

[7] A. K. Coomaraswamy, The transformation of Nature in Art, p. 40. <<

[8] Véase Apéndice V. <<

[9] M. A. Séchehaye, Journal d'una Schizophrène, París, 1950. <<

[10] Véase Apéndice VI. <<

[11] Véase Apéndice VII. <<

[12] Véase Apéndice VIII. <<

[13] Véase A. Keys, The Biology of Human Starvation, University of Minnesota Press, 1950; véanse también los informes de 1955 sobre ios trabajos realizados por el doctor George Watson y sus colaboradores en California del Sur sobre el papel de las deficiencias vitamínicas en las enfermedades mentales. <<