Moreno, ojos verdes, guapo, complexión normal,
178cm, 70kg, pelo corto, tatoos y piercing, fumador.
Tío masculino, 0 pluma.
No busco sexo ni nada en concreto,
solo veo y me dejo ver que nunca se sabe…
Me gustan tíos normales, los de calendario menos,
españoles básicamente, de mi edad o con poca diferencia,
que les guste vivir el día más que la noche,
que no se droguen, que no tengan pluma,
que no sean famosos en el ambiente, que no se enamoren
a primera vista ni me agobien al tercer día…
Si no contesto no insistas, de buen rollo que al
final esto es sólo un juego, pero siempre con respeto.
Este es uno de los perfiles de Internet que solía utilizar para conocer chicos por mi zona. Posibles parejas, o esa era la intención inicial, porque la conversación apenas tardaba unas pocas palabras en derivar a temas puramente sexuales, como saber si el otro era más «soplanucas» o más «comealmohadas»; y cómo no, la pregunta estrella acerca del tamaño.
En este «mercado de la carne» entablar conversaciones de varios días es prácticamente imposible. Se busca el contacto inmediato, y eres rápidamente descartado si no sigues ese ritmo.
Puede que sea una impresión mía, creada de forma equivocada en los terrenos sórdidos por los que he caminado los últimos años, y que me han llevado al convencimiento de que el sexo nos maneja más poderosamente que cualquier sentimiento.
«Hetero» o gay, a todos nos cuesta reprimir nuestros impulsos sexuales. Me he encontrado a muchos «mojigatos» manejando como nadie una orgía, a «machitos» con novia ofreciéndose en algún perfil gay en Internet, o a parejas «perfectas» que acostumbran a mantener sus relaciones en cuartos oscuros, y nunca a solas. Y por supuesto, prostíbulos llenos de maridos infieles…
No es que el sexo deba ir siempre acompañado de sentimientos, pero da la sensación que, cada vez más, esté bloqueando nuestra capacidad de querer sinceramente, de interesarnos verdaderamente por conocer a los demás, y de reparar en que, detrás de cualquier perfil de internet, o de los ligues de discoteca, hay personas capaces de ofrecernos otras muchas cosas, más allá del sexo.
Tal vez yo sea el único responsable de ello, pero es significativo ver que en menos de cinco minutos pueda encontrar un acompañante con quien follar, y apenas cuente con personas con las que tomar un café y charlar.
—Hola tio. Me pareces guapo, y me ha gustado lo que pones en el perfil.
—Gracias. ¿Activo o pasivo? ¿Tienes buen rabo?