EL MATRIMONIO DE PAREJAS DEL MISMO SEXO

La Ley del matrimonio de parejas del mismo sexo, aprobada el 1 de Julio del 2005, ya ha permitido casarse a varios miles de parejas de gays y lesbianas en nuestro país. Es de sobra conocido por los expertos en las Ciencias de la Salud que la relación matrimonial, cuando funciona adecuadamente, produce numerosos beneficios a la salud mental y psicológica de los cónyuges. Un trabajo publicado en el último número de la revista Journal of Epidemiólogo and Community Health ha constatado que también en los matrimonios de gays y lesbianas se producen estas ventajas. La aceptación social y el reconocimiento de los derechos civiles del cónyuge en el caso de fallecimiento o enfermedad, así como el poder demostrar legalmente la existencia de un vínculo de pareja, contribuye a dar una mayor estabilidad emocional a ambos, alejando inseguridades y temores asociados a la marginación, y por tanto, favoreciendo la salud mental y emocional[23].

Óscar y Jaime son una pareja gay que se han podido beneficiar de esta nueva Ley. Por ello me ha parecido oportuno entrevistarles para aportar su testimonio a este libro de autoayuda.

Óscar y Jaime

¿Qué edad tenéis?

Jaime: Veintinueve.

Óscar: Veintisiete.

¿Cuánto tiempo hace que habéis contraído matrimonio?

Óscar: El pasado catorce de octubre de 2005.

¿Cuántos años lleváis siendo pareja?

Jaime: Llevamos tres años viviendo juntos.

¿Sois pareja cerrada?

Ambos a dúo: Sí. Somos pareja cerrada.

¿Por qué razones decidisteis casaros?

Jaime: Objetivamente porque me hacían falta papeles para trabajar en España. Estoy residiendo como estudiante en España, y no podía trabajar en ningún país comunitario.

¿Os hubieseis casado de no haber sido por este motivo?

Óscar: Tan rápidamente quizá no. Pero indudablemente sí.

Jaime: Parecemos un matrimonio de conveniencias.

¿Os habéis casado por amor?

Jaime: Nos hemos casado por amor. Lo hemos acelerado un poco por el tema laboral. Para facilitarnos un poco la vida que, para mí, como extranjero tiene bastantes inconvenientes.

Óscar: Pero, sin lugar a dudas, nos hemos casado por amor.

Esto que acabáis de comentar es muy importante. Para que vuestra boda no parezca un matrimonio de conveniencias.

Jaime: De no haber habido un amor profundo, nunca nos hubiéramos casado.

Afectivamente, ¿os ha cambiado la vida tener papeles?

Jaime: A mí sí, porque es un paso más hacia la libertad. A mí me ha dado mucha tranquilidad, porque tener que ir a la policía cada seis meses, con un mogollón de papeles, es una cosa bastante pesada. Y estar siempre pendiente de si te aceptan o no la residencia. Además, por mi nacionalidad cubana no se me permitía viajar a Londres o Estados Unidos, o a cualquier otro lugar del mundo.

Jaime, ¿por qué te marchas de Cuba?

Jaime: Porque cada vez veía más limitada mi independencia y mis posibilidades de realización profesional y personal. Cuba, en estos momentos, no está diseñada para la gente que quiere ser libre. En mi país no se permite tener libertad de ideas.

¿Has tenido algún problema en Cuba por tu condición de homosexual?

Jaime: Directamente no, pero encubiertamente sí. Tenía un amigo profesor de la Universidad que había decidido irse a vivir fuera; me recopilaron los correos electrónicos que nos enviamos durante varios meses y no se me permitió permanecer en la Universidad, porque me dijeron que estaba en contra del proceso revolucionario y me amenazaron con no evaluarme.

¿Qué carrera estudiaste en Cuba?

Jaime: Biología.

Aquí, en España, ¿estás ejerciendo?

Jaime: Sí. Aquí he hecho un máster y ahora estoy haciendo el doctorado.

Óscar, ¿tú qué has estudiado?

Óscar: Diseño gráfico y diseño digital.

¿Cuáles son los puntos fuertes en los que se fundamenta y asienta vuestra pareja?

Jaime: La tranquilidad que me da Óscar.

Óscar: Me gusta que lea tanto y que sea tan inteligente (risas). No lo sé explicar muy bien. Me da mucha seguridad estar con una persona estudiosa.

¿Os sentís felices?

Ambos: Sí, mucho.

¿La gente sabe que os habéis casado?

Óscar: La gente que nos rodea sí.

Jaime: Y en el trabajo de Óscar, también. Pero yo, a muchas personas que conozco en el ambiente científico que me muevo, no se lo he dicho. Allí soy totalmente heterosexual. No quiero tener más problemas.

Jaime, ¿tienes miedo a que te pueda suceder algo parecido en la Universidad a lo que te sucedió en Cuba?

Jaime: Ya sé que en este país no sucede, pero todavía no me he quitado del todo el miedo.

¿Qué diferencias ves entre Cuba y España a nivel de libertad?

Jaime: Yo creo que son dos maneras diferentes de vivir. La libertad de expresión y de respeto hacia el individuo en este país no tiene nada que ver con el mío. En Cuba, el individuo, como que no existe. Desde luego las limitaciones de libertad que siento aquí en España son diferentes, quizá diga esto por los «fantasmas» que todavía me quedan de Cuba.

¿Esos «fantasmas», que todavía están ahí, te están afectando en tu relación de pareja?

Jaime: A veces sí, pero cada vez menos. Todos los días me propongo ir superándolos. Pero es duro tener que luchar tanto.

¿Se puede decir que vuestra pareja se está reafirmando cada día un poco más?

Jaime: Pienso que sí.

Óscar: Yo también.

¿Cómo ves el mundo homosexual?

Jaime: Hay gente muy interesante que se mueve en una esfera más sofisticada, pero hay también submundos poco interesantes.

Tengo la sensación de que vosotros sois una pareja que os queréis mucho, que os lleváis muy bien, que tenéis mucha complicidad, pero que todavía estáis en un periodo de evolución.

Óscar: A pesar de llevar tres años viviendo juntos, todavía en según qué cosas, nos falta algo por conocernos. Pero ponemos la mejor voluntad los dos.

Jaime: Cada vez tenemos más y mejor comunicación.

Óscar: Quizá la comunicación todavía se resienta un poco por el choque de culturas. Yo daba por sentado cosas que Jaime tenía que saber y él daba por sentado cosas que suponía yo debía de conocer, de las que no teníamos ni idea. Pero lo vamos superando.

Jaime, ¿sabe tu familia en Cuba que te has casado?

Jaime: ¡Ni de coña! No lo sabe.

¿Y la tuya, Óscar?

Óscar: Lo sabe un hermano, pero mis padres y mis otros hermanos no. Este hermano y su mujer lo han encajado muy bien. Han sido testigos de la boda.

[Parece sensato observar cómo personas que se han casado todavía mantienen un cierto armario social.]

¿Por qué te enamoraste de Óscar?

Jaime: Porque me parecía una persona extremadamente buena. Yo creo que no soy tan bueno como él. Al principio le quería solo un poco, pero luego, en la medida que lo fui conociendo, le he ido queriendo mucho más. Y además, porque con él no me aburro para nada.

¿Y tú de Jaime?

Óscar (risas): Yo en un principio porque le vi guapo. Y luego por lo inteligente que es.

¿Recomendáis a las parejas homosexuales que se casen?

Jaime: Yo creo que sí.

Óscar: Como trámite legal sí. Y como un ejercicio de reconocimiento de nuestros derechos, a los que no se debe de renunciar.

Os deseo mucha suerte en vuestra nueva andadura. No me importaría volveros a entrevistar en un futuro no lejano si decidís ejercer vuestro derecho a la adopción. Muchas gracias.