VII

EL MÉDICO

JAUN.—¿Lo has visto bien?

EL DOCTOR.—Sí.

JAUN.—¿Qué te parece?

EL DOCTOR.—Me parece un caso desesperado. Todos los niños que he visto así han muerto.

JAUN.—¿Qué podríamos hacer? ¿Una gran revulsión en los pies no le despejaría la cabeza?

EL DOCTOR.—Ensaya.

JAUN.—¿No crees que podría dar resultado?

EL DOCTOR.—Creo que no, pero ensaya.

JAUN.—¿Qué has hecho en los demás casos que has visto?

EL DOCTOR.—He empleado distintos remedios, y ninguno me ha dado resultado; por eso no prescribo nada.

JAUN.—Tu verdad es cruel.

EL DOCTOR.—¿Para qué quieres que te engañe?

JAUN.—Tienes razón. Si no puedes hacer nada, déjalo. Al menos no hagamos sufrir a este pobre cuerpo. ¡Adiós! Un criado te acompañará hasta tu pueblo.

EL DOCTOR.—¡Adiós! Siento haber venido por primera vez aquí en momento tan triste.