EL CORO.—Gran pena nos da tu marcha, Urtzi Thor. ¿Por qué partir? ¿Por qué abandonarnos? ¿Es el destino fatal el que te obliga a dejar nuestras tierras? Si es así, ¡adiós!
EL OCÉANO.—¡Adiós, Urtzi Thor, valiente entre los valientes!
EL MONTE LARRÚN.—¡Adiós, ágil Thor, dominador del rayo!
URTZI THOR. —(Desde la borda de la barca.) ¡Adiós! ¡Adiós Pirineos próximos al Océano! ¡Montes suaves y luminosos! ¡Valles verdes y templados! ¡Aldeas sonrientes y sonoras! ¡Adiós, viejos vascos altivos y joviales, de perfil aguileño! ¡Adiós, mozas alegres y danzarinas! Me vuelvo a mis desiertos helados. ¡Adiós! ¡Adiós!