SHAGUIT, EL LOCO
Pasan por el barrio de Zalain. Un hombre chiquito, con una caperuza roja, canta al verles.
SHAGUIT
Arri, arri, mandoko;
bihar, Iruñarako.
Handik zer ekarriko?
Zapata eta gerriko.
Hor guztiak norentzako?
Gure haur politarentzako.
(¡Arre, arre, mula! / Mañana irás a Pamplona. / ¿De allá qué me traerás? / Zapatos y un cinturón. / ¿Todo eso, para quién? / Para nuestro niño, el más bonito.)
BASURDI.—¿Qué haces, Shaguit?
SHAGUIT.—Estoy cantando para divertirme.
BASURDI.—¿Cómo va esa cabeza, loco?
SHAGUIT.—Bien, aunque no ha crecido tanto como la tuya.
BASURDI. (Levantando el palo.) Loco del diablo. Te voy a dar…
JAUN.—¡Eh! ¡Eh! Despacio, despacio. Por ahora no se nota que este hombre sea más loco que tú.
SHAGUIT.—¿Tú eres el señor de Alzate?
JAUN.—Sí, y tú, ¿quién eres?
SHAGUIT.—¿No me conoces a mí?
JAUN.—No.
SHAGUIT.—Yo soy cantor, y loco, según dicen todos. Ando por los campos y por los pueblos, canto canciones alegres en las bodas y en las fiestas, y me dan de comer.
JAUN.—Eres un poeta, entonces.
SHAGUIT.—Me puedes llamar como quieras. Soy un pobre, pero un pobre satisfecho. No pretendo tener dinero porque el dinero no me sirve para nada; no he pretendido tener mujer, y si quisiera ser el alcalde de mi pueblo, la gente se reiría de mí, y yo también.
JAUN.—Entonces eres un sabio.
SHAGUIT.—Quizá; pero todo el mundo dice que soy loco.
JAUN.—¿Adónde vas ahora?
SHAGUIT.—Voy a Easo. ¿Por qué no me dejas ir contigo?
JAUN.—Sube al caballo que lleva las alforjas.
SHAGUIT.—Gracias, patrón. (Señalando a Pamposha.) ¿Ésa es tu mujer?
JAUN.—No; mi mujer es más vieja.
SHAGUIT.—Sí; es tu mujer.
JAUN.—No; aunque no perdería en el cambio.
PAMPOSHA.—¡Ja… ja…! ¡Qué risa!
(Los viajeros avanzan en el camino y llegan a una barriada de Easo, cerrada con la cadena, en donde tienen que bajar. Es la aduana. Basurdi se mezcla entre la gente y agarra de la cintura a una muchacha.)
JAUN. (Gritando.) ¡Basurdi! Ven aquí. Te voy a romper la cabeza, por bruto, si te veo agarrar de la cintura a las chicas.
BASURDI.—Si a ellas les gusta.
JAUN.—¡A ellas les gusta! ¡Animal!
SHAGUIT.—¡Animal! ¡Animal!
(Basurdi le da un empujón)
JAUN.—¡Basurdi! Tú eres demasiado bruto para ir a Easo. Te voy a hacer volver a Alzate.
PAMPOSHA.—Dejadle; a mí me da mucha risa.
JAUN.—Lo que es de éste no se dirá que los viajes sirven para completar la educación, porque cada vez está más bruto, más ordinario y más cerril.
ARBELÁIZ.—Bueno. Esto de la aduana está despachado. ¡Vamos a Easo!
JAUN.—¡Vamos!