CALMA DE LA NOCHE
Ahora ha cesado el baile; toda la gente de la torre de Alzate, mozos y mozas, se han marchado a sus casas. Se han oído algunos irrintzis a lo lejos. La noche está tibia, la aldea duerme en la oscuridad. Las estrellas brillan en el cielo, ligeras nieblas corren por entre los árboles, el rocío va humedeciendo las flores, los bueyes mugen en los establos y el arroyo de las Lamias parece dedicado a contarse a sí mismo sus secretos.