Domingo, día 7
SEMANA 34
RELIGIÓN
El sufismo fue una reacción a la enorme importancia que el islam tradicional otorgaba a las palabras literales del Corán. En contraposición a esta tendencia, aquellos a los que se terminaría llamando sufistas reclamaban la devoción por el espíritu del libro sagrado.
Los sufíes creen que el islam tiene dos partes: una externa, que consiste por ejemplo en hacer buenas obras; y otra interna. Consideran que el islam es, en esencia, una fe personal. Se pone el énfasis en tener buenas intenciones en lugar de simplemente en comportarse adecuadamente.
El sufí ideal era Mahoma, que vivió una vida virtuosa y pía. Aunque todos los sufíes intentan emularlo en todo lo posible, algunos creen que su objetivo es incluso superior: alcanzar el mismo estado de paz interior que hizo posible que Mahoma recibiera las revelaciones divinas.
Las primeras órdenes sufíes se desarrollaron tras la muerte de Mahoma, cuando los líderes empezaron a relatar las historias de su vida y sus relaciones diarias con familia y amigos. Estas historias servían de inspiración para otras, y las personas que las contaban comenzaron a tener seguidores.
Muchas de estas órdenes practicaban ritos recitando el Corán que aún perviven. Otros, como los derviches, rezaban dando vueltas sobre sí mismos como muestra de devoción. Todas están bajo la dirección de un maestro espiritual o shaij. Sus diversas prácticas representan todos los caminos que llevan a Dios, y todas comparten un objetivo similar: amar a Dios al margen de motivaciones externas.
Los sufíes cuentan la historia de Rabia, una esclava del siglo VIII cuya devoción era tan fuerte que hizo que sus dueños acabaran dándole la libertad. Se cuenta que le dijo a Dios que si lo amaba por miedo al infierno merecía morir abrasada entre sus llamas, y que si lo amaba porque deseaba alcanzar el cielo entonces se le debía negar ese derecho. Los sufíes buscan una comunión pura con lo divino.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1. La palabra «sufí» viene del término árabe suf, que significa «lana», por la ropa de lana sencilla que llevan la mayoría de sus practicantes.
2. Algunos creen que Jesucristo fue un ejemplo excelente de sufismo porque practicó el evangelio del amor.
3. Generalmente los sufíes están enfrentados con la autoridad religiosa porque le restan importancia al texto del Corán y a aquellos que ostentan el poder. Un ejemplo de estos enfrentamientos es la historia de Hassan al Hallaj, quien proclamó: «Yo soy la verdad», o quizá más exactamente, «Yo veo la verdad». Por desgracia, la palabra que se utiliza para verdad es la misma que se utiliza para Dios, de manera que se creyó que había dicho «Yo soy Dios» y fue ejecutado bajo la acusación de blasfemia.
4. Abd al Qadir al Gilani, fundador de una de las mayores órdenes sufíes, formaba parte de niño de una caravana que fue asaltada. Los ladrones exigieron todo el dinero pero pasaron por alto al chaval. Como su madre había cosido dinero a sus ropas, él se lo hizo saber a los ladrones. Asombrados por su honestidad, éstos se convirtieron al Islam allí mismo.