Juan, cabeza sin fósforo, con Juana
paseaba una mañana
(24 Reamur, viento NE.,
cielo con cirrus) por un campo agreste.
Iban los dos mamíferos hablando,
cuando Juan se inclinó, con el deseo
de ofrecer á su amada, suspirando,
un Dyanthus Cariophyllus de Linneo.
La hembra aceptó, y á su emoción nerviosa,
en su cardias la diástole y la sístole
se hizo más presurosa;
los vasos capilares de la facies
también se dilataron
y al punto las membranas de su cutis
sonrosado color transparentaron.