¡Viva la libertad!
(VARIOS)
Se casan dos, con profundo
amor, ó por compromiso,
y sin pedirnos permiso,
nos envían á este mundo.
¿Nacemos por voluntad?
No, pues aún no la tenemos,
y sin embargo nacemos…,
y… ¡viva la libertad!…
Al niño esclavizan ya
(¡oh bienhechor hado nuestro!)
la nodriza y el maestro,
y su papá y su mamá.
Crecemos y con la edad,
su poder no respetamos
y libres nos declaramos,
y… ¡viva la libertad!…
Mientras libres creemos ser
nuestra voluntad detiene
el reloj, que nos previene
lo que debemos hacer,
o atajan la voluntad
los caprichos de una amada,
o la palabra empeñada,
y… ¡viva la libertad!…
Tanto al necio como al cuerdo
la esclavitud les alcanza:
al joven con la esperanza,
al viejo con el recuerdo.
Llega ya la última edad,
y, por más que no queramos,
es preciso que muramos,
y… ¡viva la libertad!…
De la cuna al ataúd
si libres logramos ser
es sólo para escoger
la clase de esclavitud.
Ven ¡oh libre humanidad!
que vives sólo entre penas,
y al rumor de tus cadenas
aclama tu libertad.