PREÁMBULO

Un burgués de la Edad Media pasaba un día por delante de una de las numerosas canteras que en aquella época se habían abierto. La curiosidad le indujo a acercarse a un pequeño grupo formado por tres canteros y, al cabo de unos instantes de observación, se atrevió a hacer una pregunta indiscreta.

—¿Qué haces? —interrogó al primero.

—Me gano la vida —le contestó el obrero.

—¿Y tú? —interpeló al segundo.

—Labro un bloque de piedra —repuso el hombre.

—¿Y tú? —preguntó al tercero.

—Construyo una catedral —dijo el Compañero del Deber.

Esta tercera respuesta se convierte para nosotros en un interrogante. Construir una catedral… ¿Acaso esta sencilla frase no encierra un gran misterio, un misterio que nos concierne a todos? Al leer esta leyenda se nos ha ocurrido pensar que ofrecía una nueva clave para hacernos comprender el ideal de la Edad Media, de aquella época en la que las piedras hablaban.