Notas

[1] Papiro Harris, I, 79, 8-9 y 13. <<

[2] Estatua conservada en el Museo de El Cairo: CG 42 072. <<

[3] Véase H. Junker, Die Stundenwachen in den Osirismysterium, Viena, 1910. <<

[4] Véase, por ejemplo, M.-O. Jentel, «De la “Bonne Dése” a la “Mauvaise Femme”: Quelques avatars du motif de la femme-serpent», en Échos du monde classique. Classical Views, Calgary 28, núm. 2, 1984, pp. 283-289. <<

[5] Véase L. V. Zabkar, Hymns to Isis in Her Temple at Philae, Hannover-Londres, 1988. <<

[6] Véase F. Junge, «Isis und die ägyptischen Mysterien», en Aspekte der spätägyptischen Religión, Wiesbaden, 1979, pp. 93-115. <<

[7] Véase W. B. Emery, Archaic Egypt, 1967, pp. 65 ss. <<

[8] Esna, V, pp. 107 y 281. <<

[9] La diosa se encarna en un coleóptero, el Agrynus notodanta, que puede ser luminoso y crea su descendencia mediante autogénesis. <<

[10] Texto de la tumba de Rejmira (Urkunden, IV, 1077 1.6-8). <<

[11] Textos de los sarcófagos, II, 161a; literalmente: «Soy éste (pen) y ésta (ten)». <<

[12] Véase el libro fundamental de J. Assmann, Maat, l’Égypte pharaonique et l’idée de justice sacíale, 1989. <<

[13] A propósito de este descubrimiento y el estudio arqueológico de la tumba, véase G. A. Reisner, A History of the Giza Necrópolis, vol. II, completada y revisada por W. Stevenson Smith, The Tomb of Hetep-Heres, the Mother of Cheops, Cambridge (Massachusetts), 1955; M. Lehner, The Pyramid Tomb of Hetep-Heres and the Satellite Pyramid of Khufu, Main, 1985. <<

[14] Una de las palabras para designar la silla de manos, hetes, es también el nombre de uno de los cetros que utiliza la reina y que le permite, principalmente, consagrar un edificio transformándolo en «centro de producción» de energía sagrada. <<

[15] «Hija del rey» también es un título: véase M. A. Nur El Din, Orientalia Lovaniensia Periódica,11, 1980, pp. 91-98. Véase también S.-A. Naguib, Studies Kákosy, 1992, pp. 437-447. <<

[16] Tercera posibilidad: «amada por el Viviente (un dios no especificado)». <<

[17] Véase D. Dunham y W. Simpson, The Mastaba of Queen Mersyankh III, G 7530-7540, Giza Mastabas I, Boston, 1974. <<

[18] Dos grupos distintos: el primero formado por tres mujeres (con la mayor a la cabeza del grupo), el segundo, de talla decreciente, compuesto por siete mujeres, cuatro adultas y tres más jóvenes. <<

[19] Véase G. A. Wainwright, «Seshat and the Pharaon», en JEA, 26, 1941, pp. 30-40. <<

[20] Véase M. Verner, SAK, 8, 1980, pp. 243 ss. <<

[21] Véase J. Malek, JSSEA, 10, 1979-1980, pp. 229-241. <<

[22] Véase G. Jéquier, Fouilles á Saqqarah. La pyramide d’Oudjebten, El Cairo, 1928; Les pyramides des reines Neit et Apouit, 1933. <<

[23] Sobre el caso de Nitokris véase LdÅ, IV, 513-514. <<

[24] Véase B. Van de Walle, «La “Quatrième pyramide” de Gizeh et la légende de Rhodopis», en L’Antiquité classique, III, 1934, pp. 303-312; C. Coche-Zivie, «Nitocris, Rodopis et la troisième pyramide de Giza», en BIFAO, 72, pp. 115 ss. <<

[25] Montuhotep: «[el halcón guerrero] Montu está en paz»; Amenemhat: «[el dios escondido] Amón se manifiesta [literalmente: está en primer plano]»; Sesostris: «el hombre de la [diosa] poderosa». <<

[26] Es decir, la cobra y el buitre, correspondientes al Alto y al Bajo Egipto. <<

[27] Véase C. Dolzani, // Dio Sobk, Roma, 1961, y LdÅ, 39, 1984, pp. 995-1032. <<

[28] En egipcio, hekau-jasut, «los jefes de los países extranjeros». Véase J. Van Seters, The Hyksos, New Haven y Londres, 1966. El origen y la identificación de los hicsos continúan siendo objeto de controversia. <<

[29] Perdura la incertidumbre sobre la lectura de su nombre; para algunos egipcios, se trata de Neferu-Sobek. <<

[30] Sobre este punto, véase C. Vandersleyen, L’Égypte et la vallée du Nil, t. 2, p. 117, n. 2. <<

[31] Debería transcribirse este nombre Iah-Mosis, ya que se trata de la misma palabra Iah, «dios-luna», que aparece en el nombre de la reina; pero ha quedado establecida la costumbre de transcribir Ahmosis, y a menudo suele encontrarse el nombre de la reina escrito Ah-Hotep, Ahhotep. <<

[32] Traducción aproximada; los hau-nebut, en ese contexto, parecen designar «los islotes del norte», es decir, las zonas acuáticas del Delta reconquistadas gracias a la acción de Iah-Hotep. <<

[33] Urkunden, IV, 21. 3-17. <<

[34] Véase M. Eaton-Krauss, «The coffins of Queen Ahhotep, Consort of Seqeni-en-Rê and mother of Ahmose», en Chronique d’Égypte, XLV/130, 1990, pp. 195-205. <<

[35] Podría transcribirse también como Iah-Mose, pero el uso ha consagrado «Ahmés»; la segunda parte del nombre, Nefertari, la recogería la primera gran esposa real de Ramsés II. <<

[36] Shu es la vida; Tefnut la regla. <<

[37] Véase, por ejemplo, L. Manniche, Acta Orientalia, 40, 1979, pp. 11-19. <<

[38] Véase principalmente S. Ratié, La Reine Hatchepsout. Sources et problémes, Leiden, 1979; «Hatchepsout, Femme-Pharaon», en Les Dossiers d’Archéologie, núm. 187, noviembre de 1993. <<

[39] C. Vandersleyen afirma que la documentación existente no permite atribuirle un reinado de más de tres años. <<

[40] Es decir, el hijo de la potencia divina que le ha hecho rey, y no obligatoriamente el hijo carnal del monarca difunto. <<

[41] Urkunden, IV, 59, 16-60, 4. <<

[42] En una de las versiones egipcias de la creación, Atum engendra a la primera pareja divina masturbándose; dicho de otro modo, dando forma al universo con su propia sustancia, de forma que la unidad habite todo tipo de manifestaciones. La «mano de dios», Atum, que da a luz, fue considerada su esposa. Al atribuirles este título, se asociaba a las reinas al proceso de autogénesis en su aspecto primordial. <<

[43] Sobre todo a partir de la estatua conservada en el Metropolitan Muse1um of Art de Nueva York, Inventario, núm. 29.3.2. <<

[44] Véase J. Yoyotte, Kêmi, XVIIII, 1968, pp. 85-91. <<

[45] Acerca de esta mujer solar véase BIFAO, 90, 1990, pp. 85 y 88. <<

[46] Véase P. F. Dormán, The Monuments of Senenmut, Londres-Nueva York, 1988; The Tombs of Senenmut, San Antonio. <<

[47] Dormán cree que la tumba 71 servía de capilla y la tumba 353 de panteón. <<

[48] Véanse, por ejemplo, las hipótesis de S. Ratié, «Attributs et destinée de la princesse Néférourê», en BSEG, 4, 1980, pp. 77-82. <<

[49] Puede que se considerase la obesidad como un signo de riqueza y de abundancia. <<

[50] Dos obeliscos al principio de su reinado, dos más durante los años 15-16; dos de ellos han desaparecido por completo, solamente uno sigue en su sitio en Karnak; la punta del cuarto yace en el ángulo noroeste del lago sagrado. <<

[51] Hatsepsut se expresa en masculino y en femenino indistintamente, señalando de este modo que es hombre-mujer y que es la encarnación en solitario de la pareja real. <<

[52] Según algunos estudios recientes, Hatsepsut fue la «creadora» del Valle de los Reyes, y su tumba habría sido la primera cavada en el valle. <<

[53] Véase C. Jacq, Maitre Hiram et le Roí Salomón. <<

[54] Véase E. Danielus, Kronos, Glassboro, N. I. 1, núm 3, 1976, pp. 3-18, y núm. 4, pp. 9-24. <<

[55] Acerca del harén véase el capítulo 49. <<

[56] Museo de El Cairo, Diario de entrada, 38 257. <<

[57] Véase D. Wildung, BSFE, 125, 1992, pp. 15-28. La radiografía ha demostrado que bajo el tocado, una especie de gorro de perlas azules, se ocultaban un uraeus y unos pendientes. Al principio, la reina lucía una corona con dos plumas, enmarcando un sol y unos cuernos de vaca, detalles que la señalaban como la encarnación de Hator. <<

[58] Sobre Nefertiti y su papel histórico véase C. Jacq, Nefertiti et Akhenaton, le couple solaire, 1990. <<

[59] Véase C. Traunecker, BSFE, 107, 1986, pp. 17-44. <<

[60] Ajnatón tuvo, al parecer, una esposa «secundaria», llamada Kiya, para la cual el rey mandó construir unas capillas en el dominio sagrado de Atón. Su nombre no fue grabado en ningún cartucho ni llevó corona alguna. Después del año 12, el reinado de Ajnatón queda sumido en la oscuridad. Quizá el rey escogió como su sucesora una mujer faraón cuyo nombre era Anj-Jeperu-Ra Neferneferu-Atón, que habría reinado durante más de dos años. Este faraón (si se trata de una mujer) no pudo ser Meritatón, la hija de Ajnatón. <<

[61] Véase K. Bosse-Griffiths, «The Great Enchantress in the Little Golden Shrine of Tutankhamun», en JEA, 59, 1973, pp. 100-108. <<

[62] En mi novela La Reine Soleil he propuesto una explicación al insólito comportamiento de la viuda de Tutankamón, que habría intentado, mediante una especie de provocación razonada, despertar a las autoridades egipcias contra las intrigas hititas. <<

[63] Véase R. Hari, Horemheb y la reina Moutnedjemet, Ginebra, 1964. <<

[64] Un grupo estatuario de Turín muestra una esfinge hembra adorando el nombre de la reina Mutneyemet escrito en un cartucho; ¿tenemos que deducir que llegó a reinar? Véase E. Strouhal y G. Callender, The Bulletin of the Australian Center for Egyptology, 3, 1992, pp. 67-75. <<

[65] Sobre Mut véase H. Te Velde, JEOL, 26, 1979-1980, pp. 3-9. <<

[66] Acerca de Tuy véase L. Habachi, RdE, 21, 1969, pp. 27-47. <<

[67] Diario de entrada, 37 484. <<

[68] Sobre el Valle de las Reinas véase C. Leblanc, Ta Set Neferou. Une nécropole de Thébes-ouest et son histoire, I, El Cairo, 1989; La Vallée de les Reines, Dossiers de l’Archéologie, Dijon, 1992. <<

[69] En egipcio, ta set neferu. Otras traducciones: «lugar de la perfección», «lugar de la belleza», «lugar de los hijos reales». No son acepciones excluyentes. <<

[70] Véase H. Schmidt y J. Willeitner, Nefertari, Mainz, 1994. <<

[71] Véase G. Thausing y H. Goedicke, Nofretari. A Documentation of the Tomb and its Decoration, Graz, 1971; In the Tomb of Nefertari. Conservation of the Wall Paintings, Santa Ménica, The J. Paul Getty Trust, 1992. <<

[72] Véase A. R. Schulman, «Diplomatic Marriage in the Egyptian New Kingdom», en JNES, 38, 1979, pp. 177-193. <<

[73] Las interpretaciones sobre la naturaleza del tiempo alterado difieren. A menudo se ha escrito que Ramsés hizo que cesaran la lluvia y la nieve; pero también se ha observado que la sequía y el calor eran, en realidad, condiciones climáticas anormales para un invierno en Anatolia. Es probable que, para restablecer la armonía, Ramsés provocase la lluvia. <<

[74] Véase M. Broze, La Princesse de Bakhtan. Essai d’analyse stylistique, Bruselas, 1989. <<

[75] Véase, por ejemplo, H. Altenmüller, JEA, 68, 1982, pp. 107-115; del mismo autor, After Tutankhamun, Londres-Nueva York, 1992, pp. 141-164. <<

[76] Algunos eruditos consideran que se superpone al de Siptah. <<

[77] Acerca de este personaje véase H. Altenmüller, SAK, 19, 1992, pp. 15-36. <<

[78] Museo de El Cairo, CG, 52 644. <<

[79] Cada templo tenía uno o varios «depósitos de fundación», enterrados en el suelo y consistentes en miniaturas que garantizaban el crecimiento y la prosperidad del edificio. En el depósito de fundación del templo de Tausert había bloques de gres y briquetas de cerámica azul a su nombre, amuletos florales y con forma de pata de toro (símbolo de fuerza), de cabeza de toro, de peces, instrumentos de cobre, etc. En Bubastis, en el Delta, se descubrió un tesoro, compuesto por vasos de oro y de plata, con el nombre de Tausert. <<

[80] Arsinoe no es el único ejemplo de mujer divinizada. En la época tardía, la dama Udjarenes fue considerada como una santa y se le dirigían oraciones como a una divinidad del séptimo nomo del Alto Egipto. (Véase Revue d’Égyptologie, 46, pp. 55 ss.) Las mujeres, al igual que los hombres, podían alcanzar el estado de «santidad», y la noción de «santidad femenina» procede sin ninguna duda de Egipto. <<

[81] Véase S. Sauneron, «Un document égyptien relatif a la divinisation de la reme Arsinoé II», en BIFAO, LX, 1960, pp. 83-109. <<

[82] Véase E. Flamarion, Cléôpatre. Vie et morí d’un pharaon, París, Gallimard, 1993. <<

[83] Véase F. Le Corsu, BSFE, 82, 1978, pp. 22-32. <<

[84] Sobre el uraeus —y no una víbora— que supuestamente mató a Cleopatra, véase J. A. Josephson, «A Variant Type of the Uraeus in the Late Period», en JARCE, 29, 1992, pp. 123-130. <<

[85] En el Imperio nuevo se compusieron «cantos de amor», de los que hemos deducido el camino emocional de una mujer enamorada. Sobre esos textos véase S. Schott, Les chants d’amour de l’Égypte ancienne, París, 1956; P. Vernus, Chants d’amour de l’Égypte antique, París, 1992. <<

[86] A los órganos genitales se les daba un tratamiento especialmente cuidadoso durante la momificación. Durante el Imperio antiguo, vendas y bandas subrayaban las características sexuales de la mujer, senos y órganos genitales, a los que se aplicaba un relleno hecho de ropa empapada de una pasta resinosa. <<

[87] Véase P. H. Schulze, Frauen im Alten Ågypten, pp. 69 y 70. <<

[88] Véase J. A. Omlin, Der Papyrus 55001 und seine satirisch-erotische Zeichnungen und Inschriften, Turín, 1973. <<

[89] Véase C. Jacq, L’enseignement du sage Ptah-hotep, máxima 18. <<

[90] Véase, por ejemplo, S. Allam, «Quelques aspects du mariage dans l’Égypte ancienne», en JEA, 67, 1981, pp. 116-135. Los contratos estudiados datan de la XXI dinastía, pero se inspiran en modelos anteriores. <<

[91] Véase, por ejemplo, W. K. Simpson, JEA, 60, 1974, pp. 100-105. <<

[92] En el sentido de alimentarla. <<

[93] Museo de El Cairo, DE, 51 280. <<

[94] Descubierta en Abydos, fechada a finales de la XII dinastía (Museo de la Universidad de Liverpool, E. 7 081). <<

[95] Urkunden, IV, 1 369, 4-16. <<

[96] Museo de El Cairo, DE, 47 397. <<

[97] Nueva York, Metropolitan Museum of Art, Inventario, núm. 26.8.117. <<

[98] Sobre el vínculo simbólico de la peluca con la maternidad y la fecundidad véase, por ejemplo, C. Karlshausen, en Amosiadés. Mélanges Vandersleyen, 1992, pp. 153-173. <<

[99] Existía una receta espantosa para estropear el cabello de una rival (los ingredientes no se han especificado), si bien se acompañaba de un remedio para curar a la infortunada. <<

[100] Museo de El Cairo, CG, 18576 = DE, 26046. <<

[101] Dandara, localidad del Alto Egipto, era uno de los principales lugares de culto de la diosa Hator; todavía hoy se puede contemplar su templo, edificado en tiempos de los Tolomeos, con las paredes recubiertas de excelentes textos. <<

[102] Museo de El Cairo, CG, 5 263 = DE, 44 920. <<

[103] Papiro de Berlín, núm. 199, traducción de G. Lefebvre, en La Médecine égyptienne de l’époque pharaonique, París, 1956. Véase también T. Bardinet, Les papyrus médicaux de l’Égypte pharaonique. París, 1995. <<

[104] Los cuatro ladrillos son la encarnación de cuatro diosas: la grande (Nut, el cielo), la mayor (Tefnut, la polaridad femenina de la primera pareja), la bella (Isis) y la excelente (Neftis). <<

[105] La palabra mammisi fue creada por Champollion; es una derivación del egipcio antiguo per-meset, que significa «lugar del nacimiento». <<

[106] Para representaciones de la crianza véase F. Maruéjol, ASAE, 69, 1983, pp. 311-319. <<

[107] Este acto aparece evocado en el papiro Louvre 3 148: «O de tal, cuando tu madre te trajo al mundo, ella anunció el hermoso nombre que era tuyo». <<

[108] Museo de El Cairo, CG, 34 125. <<

[109] Véase J. Leclant, «El papel de la leche y el amamantamiento según los Textos de las pirámides», en Journal of Near Eastern Studies, vol. X, núm. 2, 1951, pp. 123 ss. Existe un triple nacimiento del faraón: alumbramiento (el de todo individuo), nacimiento a la vida eterna (tras la prueba del juicio) y nacimiento a la vida en la realeza (coronación). El amamantamiento de la coronación, «para que haya un rey», aún se practicaba en Roma. Conviene señalar que la expresión «la nodriza de los hombres» designa al propio faraón (Kitchen, Ramesside Inscriptions, II, 336, 7-8). <<

[110] Véase J. Loóse, «Laborious “Ritos de paso”: Birth Crisis in this Worls and in the Beyond», Sesto Congresso Internationale di Egittologia, Atti II Turín, 1993, pp. 285-289. <<

[111] Véase A. Erman, Zaubersprüche für Mutter und Kind, aus dem Papyrus 3 027 des Berliner Museums, Berlín, 1901. <<

[112] Véase, por ejemplo, J. Bulté, Talismans égyptiens d’heureuse maternité, París, 1991. <<

[113] Véase M. Lichtheim, Ancient Egyptian Literature, III, pp. 58-59. <<

[114] Estela British Museum 147; véase M. Lichtheim, Ancient Egyptian Literature, III, pp. 59-65. <<

[115] Textos de los sarcófagos, capítulo 146. <<

[116] Resulta difícil precisar el sentido de su nombre: «la soberana» o «la que fascina». <<

[117] Véase ASAE, VIII, 1907, p. 272. <<

[118] Museo de El Cairo, DE, 66 624 (final de la V dinastía). <<

[119] Texto de la tumba tebana de Nebamón (núm. 90), dedicado a su esposa Teye. <<

[120] Enseñanzas del escriba Any, máxima 38. <<

[121] Véase A. H. Gardiner, «A Dynasty XX deed of Adoption», en JEA, 26, 1960, pp. 23 ss.; E. Cruz-Uribe, «A new look at the Adoption Papyrus», en JEA, 74, 1988, pp. 220-223; C. J. Eyre, «The Adoption Papyrus in Social Context», en JEA, 78, 1992, pp. 207-221. <<

[122] Véase JEA, 70, 1984, pp. 92-105. Un papiro de Dayr al-Madina amenaza al hombre adúltero con mutilaciones y el exilio. <<

[123] Véase D. Franke, LdÅ, VI, 1 279-1 289. <<

[124] Véase M. Guilmot, carta a una esposa difunta, en Zeitschrift für ägyptische Sprache, 99, 1973, pp. 94-103. La carta estaba atada a una estatuilla de madera, recubierta de yeso y pintada. Sobre las cartas a los difuntos véase A. H. Gardiner y K. Sethe, Egyptian Letters to the Dead, Londres, 1980. <<

[125] Gardiner y Sethe, op. cit., p. 5. <<

[126] Estela de Abydos, Museo de El Cairo, CG, 1 578. <<

[127] Por ejemplo, la provincia de Neth, la ciudad de Rejty, la hacienda de Serket. <<

[128] Véase la publicación de B. MacRamallah, Le Mastaba d’Idout, fouilles á Saqqarah, El Cairo, 1935. <<

[129] En un texto del templo de Luxor; véase JEA, 61, p. 132. <<

[130] Véase B. M. Bryan, «Evidence for Female Literacy from Theban Tombs of the New Kingdom», en BES, 6, 1984, pp. 17-32; «Non-Royal Women’s Tilles in the 18th Egyptian Dynasty», en Newsletter ARCE, 134, 1986, pp. 13-16. Véanse especialmente las tumbas tebanas núms. 69, 84, 147, 148 y 162. <<

[131] Véase KMT, 5/4, 1994, p. 20. <<

[132] Véase J. J. Janssen, «Literacy and Letters at Dayr el-Medina», en Village Volees, Leiden, 1992, pp. 81-94; D. Sweeney, «Women’s Correspondance from Dayr el-Medineh», Sesto Congresso Internazionale di Egittologia, Atti II, Turín, 1993, pp. 523-529. <<

[133] Véase H. G. Fischer, Egyptian Studies, I, pp. 71 ss.; E. B. Harer y Z. el Dawakhly, Obstetrics and Gynecology, 74, 1989, pp. 960-961. Peseshet significa «la que reparte, divide, arbitra», quizá «la que diagnostica». <<

[134] Véase D. Colé, DE, 9, 1987, pp. 25-29. <<

[135] Véase D. Colé, «Obstetrics for the Women of Ancient Egypt», en DE, 5, 1986, pp. 27-33. <<

[136] Papiro de Kahun, núm. 2. <<

[137] Véase M. T. Derchain-Urtel, Synkretismus in ägyptischer Ikonographie. Die Göttin Tjenenet, Wiesbaden, 1979. <<

[138] Véase B. Byran, BES, 4, 1982; D. Nord, Studies in Ancient Egypt, the Aegean and the Sudan, Boston, 1981, pp. 137-145. <<

[139] Véase H. G. Fischer, Egyptian Women, p. 9. <<

[140] Véase W. A. Ward, «The Case of Mrs. Tchat and her sons at Beni Hassan», en GM, 71, 1984, pp. 51-59. Sobre las mujeres tesoreras véase también E. Thompson, The Bulletin of the Australian Centre for Egyptology, 2, 1992, pp. 77-83. <<

[141] Véase LdÅ, II, 290. <<

[142] Papiro Grenfell I, XXVII y XXXII. <<

[143] Mastaba de Leyde = J. Vandier, Manuel, VI, p. 66. <<

[144] Véase J. Jansen, «A Notable Lady», en Wepwawet, 2, 1986, pp. 30-31. <<

[145] Según el papiro Anastasi V. <<

[146] Véase A. H. Gardiner, The Inscription of Mes, Leipzig, 1905. <<

[147] El significado de este nombre, ur en r, es confuso; tal vez alude a la grandeza de la palabra. <<

[148] Véase S. B. Pomeroy, Apollonia (also called Senmonthis), wife of Dryton, woman of two cultures: paper delivered at the colloquium on «Social History and the Papyri», Columbia University, 9 de abril de 1983. <<

[149] Su sarcófago, descubierto en la zona de Dayr al-Bahari, se conserva actualmente en el Museo de El Cairo (DE, 47 267). <<

[150] Por ejemplo, en la tumba de Paheri, en el-Kab, y en la tumba tebana 165. <<

[151] Véase J. Vandier, Manuel, VI, p. 117. <<

[152] Véase H. G. Fischer, Varía, p. 62. <<

[153] Para la existencia de peluqueras (irit-shení) véase H. G. Fischer, Egyptian Studies, I, p. 72, n. 23, y p. 47, fig. 14 y pl. 15. <<

[154] 2 Véase H. G. Fischer, Egyptian Women, p. 20. <<

[155] Véase H. Thompson, JEA, 26, 1940, pp. 68 ss. <<

[156] Relieve neomenfita de Nefersejem-Psamético, Museo de El Cairo, DE, 10978. <<

[157] Véase H. G. Fischer, Egyptian Women, pp. 4-5. <<

[158] Papiro Turín, 3, 11-4, 1. <<

[159] Papiro Brooklyn, 35.1446. <<

[160] Véase J. Cerny, «The Will of Naunakhte», en JEA, 31, 1945, pp. 29 ss. <<

[161] Véase H. G. Fischer, LdÅ, IV, 1 100-1 105. <<

[162] Estos equipos solían designarse con la palabra griega phyles. Dentro de la jerarquía femenina se distinguen los siguientes grados: «las purificadas (uabut)», «las que velan (ureshut)», «las que aman o son amadas (merut)» y, en la cima de todas ellas, «las que sirven a la potencia divina (hemut-neter)». <<

[163] Véase, por ejemplo, Y. Koenig, Le papyrus Boulaq 6, El Cairo, 1981, pp. 105-107; K. A. Kitchen, Ramesside Inscriptions, II, 264.5-11. <<

[164] Estela de La Haya; véase Zeitschrift für ägyptische Sprache, 61, pp. 83 ss., y el cubilete para ungüento del Museo del Louvre, núm. E 25 298. <<

[165] Véase F. Daumas, «Los objetos sagrados de la diosa Hator en Dandara», en RdE, 22, 1970, pp. 63-78. Acerca de la diosa Hator véase S. Allam, Beiträge zum Hathorkult, Munich, 1963; C. J. Bleeker, Hathor und Thot, Leiden, 1973. <<

[166] Véase S. Schott, Les chants d’amour de l’Égypte ancienne, p. 99. <<

[167] Véase W. Guglielmi, Die Gottin Mr. t. Entstehung und Verehrung einer Personifikation, Leiden, 1991. <<

[168] Véase J. Leclant, Mélanges Mariette, 1961, pp. 251 ss. P. Barguet, «El origen y el significado del contrapeso del collar-menat», en BIFAO, LII, 1953, pp. 103-515. <<

[169] Véase, por ejemplo, Y. M. Harpur, GM, 38, 1980, pp. 53-61. <<

[170] Véase H. Wild, Sources Orientales, VI, 1963, pp. 37-117. <<

[171] Museo de El Cairo, CG, 42 199. <<

[172] Véase J. Leclant, «Tefnout et les divines adoratrices thébaines», en MDIAK, XV, pp. 166-171. <<

[173] Para la lista de esposas del dios y de las adoratrices divinas véase LdÅ, II, 792 ss. <<

[174] Museo de El Cairo, CG, 61 028. <<

[175] Se desconoce el sentido del nombre ka-ro-mama. <<

[176] Sobre Karomama véase J. Yoyotte, BSFE, 64, 1972, pp. 31 ss. <<

[177] Museo de El Cairo, CG, 39 194. <<

[178] Véase M. Werbrouck, Les pleureuses dans l’ancienne Égypte, 1938. <<

[179] Véase H. G. Fischer, Varía, pp. 39-50. <<

[180] Véase H. Junker, Die Stundemvachen in den Osirismysterien, Viena, 1910; R. O. Faulkner, «The Lamentations of Isis and Nephtys», en Mélanges Maspero, I, 1934, pp. 337 ss., y «The Songs of Isis and Nephtys», en JEA, 22, 1936, pp. 121 ss. <<

[181] Estela falsa puerta de Kanefer, Museo del Louvre, E. 11. 286. <<

[182] Estela Louvre, E 15 591. <<

[183] Museo de El Cairo, CG 1392 (procedente de la mastaba núm. 88 de Saqqara). <<

[184] Véase E. Edel, Das Akazienhaus, Munich, 1970. <<

[185] Véase Mélanges Mokhtar, El Cairo, 1985, pp. 389 ss. <<

[186] Museo del Louvre, E 10 655. <<

[187] British Museum, 1 280; véase M. Gitton, Les Divines Épouses de la XVIII dynastie, pp. 79 ss. <<

[188] Véase KMT 4/2, 1993, p. 35. <<

[189] Estela 22 120 de Ajmin. <<

[190] Libro de los muertos, capítulo 30. <<

[191] Véase Edwards, Amuletic Decrees of the Late New Kingdom, 1960, pp. 81-84, y C. Ziegler, Naissance de l’écriture (catálogo), p. 301. <<

[192] Véase H. de Meulenaer, «Hallazgo de la dama Taniy», en Pyramid Studies, 1988, pp. 68-72. El nombre «Taniy» es difícil de interpretar; quizá signifique «liberada del mal». <<

[193] La expresión utilizada aquí suele reservarse a las reinas. <<

[194] A saber, su capacidad de respirar en la eternidad. <<

[195] Ataúd conservado en la Washington Gallery of Art, St. Louis; véase Amenuphis III, le pharaon Soleil, París, 1993, p. 270. <<

[196] Véase J.-C. Goyon, Le papyrus du Louvre n.º 3279, El Cairo. El nombre Tauau podría significar «la lejana». <<

[197] Véase S. Snape, GM, 39, 1986, pp. 61-64. <<

[198] Para los textos de la tumba de Petosiris véase G. Lefebvre, ASAE, XX, XXI y XXII. <<

[199] Inscripciones en la tumba de Petosiris, 58, 8-11.a. <<

[200] Para las fechas y duración de reinados diferentes, véase C. Vandersleyes, L’Égypte et la vallée du Nil, tomo 2, p. 663. <<