Se ha dicho a menudo que los elementos simbólicos que componen la leyenda de Osiris no se encuentran más que en unas fuentes tardías, especialmente en Plutarco, iniciado en los misterios de Isis y Osiris, y no en los textos egipcios más antiguos. Se trata de uno de esos errores «científicos» divulgados de libro en libro, porque se olvida ir a la fuerte primigenia, los Textos de las Pirámides que, como vamos a ver, destacan los componentes principales del mito osiriano. Claro está que, según un método que podríamos calificar de osiriano y que es consubstancial al pensamiento egipcio, no se hallan incluidos en una exposición racional, sino que son presentados de forma dispersa; corresponde al que busca reconstituir esas partes separadas.
¿Quién es Osiris? El tesorero de la vida y el sello de los dioses, responden los Textos de las Pirámides. No sólo se identifica al Faraón con [1] él: el Faraón es Osiris; Osiris vive, el Faraón vive; el Faraón está equipado [2][3] con forma de Osiris, pero también es iniciado en sus misterios y [4] debe realizar lo que ha realizado Osiris en «la morada de aquél que está de [5] pie», es decir, vivir los misterios osirianos y resucitar. [6]
El Faraón pide a «Aquél que está en la matriz estelar (duat)», es decir, Osiris, que no le ignore; Osiris conoce al Faraón, el Faraón le conoce; y el Faraón navega en este espacio interestelar en compañía de Osiris. [7][8]
Se produce un drama: Osiris se ahoga. La majestad del pelícano (palabra sinónimo de pesedjet, la Enéada) ha caído en el Nilo. La frase seguía [9] siendo enigmática si no contáramos con otros pasajes absolutamente explícitos: Horus ha obrado de manera que los dioses se reúnan en el lugar en que Osiris, con el que es identificado el rey, se ha ahogado y se ha ido; los hijos de Horus le han identificado. [10]
Otro drama: Osiris ha sido seccionado en tres partes en estos cuatro días y estas ocho noches que son suyas. El Faraón es inocente de esta [11] agresión, de este crimen: no ha devorado uno solo de los miembros de Osiris, y los dioses no pueden acusarle de esta muerte. [12]
¿Quién es culpable? Hay un enemigo (sema) que quiere dar muerte al rey, pero este último es un toro salvaje (sema) muy vigoroso que posee tanta fuerza como su adversario; Neftys es propicia al Faraón permitiéndole [13] capturar a su adversario y el ritualista lleva al rey Osiris a aquél que [14] quería darle muerte (sema) para que no escape de su mano. Y ese enemigo es cortado en tres con un cuchillo. [15]
Se revela la identidad del adversario. Se trata de Set, que es sometido a un proceso: «Recuerda, Set, pon en tu corazón esta palabra que Geb ha pronunciado, esta amenaza que los dioses han proferido contra ti en el templo del Príncipe en Heliópolis, porque has arrojado a Osiris al suelo». Set protesta: «¡Yo nunca he hecho eso!». Pero quería tener poder (sejem) gracias a su acción, cuando él había sido [16] salvado y trataba de convertirse en señor de Horus. Set acusa: «Es él quien me ha atacado y me ha propinado unos puntapiés al manifestarse en su nombre de Orión». [17]
Pero Set es reconocido culpable, pues Osiris es un justo, y su asesino debe convertirse en ofrenda. Geb ata de pies y manos a Set, y le [18] arroja sobre su costado en la Tierra primordial, volviéndole así incapaz de causar daño en Abydos. Set, el devorador de entrañas, es [19] apaciguado. [20]
Horus le trae a Osiris lo que Set le ha quitado, evita que Set beba el [21] líquido osiriano. El ojo de Horus es repescado y salvado de Set. [22]
El que ha causado daño a Osiris debe ser castigado; Horus lleva a [23] Set a Osiris y se lo entrega, reverentemente, pues la fuerza de Osiris [24] (peht) es mayor que la de Set. Éste no será nunca dispensado de elevar y de llevar a Osiris para toda la eternidad: es colocado debajo de Osiris, su mala influencia es alejada. [25][26]
Pero Osiris está muerto y, además, ha desaparecido. Sin él, no cabe pensar en ninguna vida eterna ni es tampoco posible la menor armonía sobre la faz de la tierra. Así pues, es preciso partir en su busca, y los Textos de las Pirámides mencionan tres búsquedas de Osiris.
La primera es la de Isis, la esposa de Osiris, que puede hablarle a la energía primordial y sabe dar a luz así como dar forma. Ella, que es el [27][28] trono de donde nace el Faraón, está acompañada de su hermana Neftys, «la soberana del templo»; transformándose en aves de presa, buscan a su hermano Osiris. Isis viene del Oeste; Neftys, del Este. Esta búsqueda se [29] ve coronada por el éxito; las dos hermanas encuentran a Osiris en una orilla, en Nedit, allí donde Set le había abandonado, cuando su víctima imploraba: «¡Aléjate de mí!». Las dos hermanas que aman a Osiris le levantan, [30] y se precisa que Isis ha encontrado a Osiris «completo». [31][32]
La segunda búsqueda es la de Horus que trae ungüento, busca a su padre Osiris y lo encuentra, sobre su costado, en Gehesty. [33]
La tercera búsqueda es la de Geb. Las dos Enéadas están presentes. Geb golpea a los seres hostiles a Osiris, escruta las Tierras desérticas en busca de Osiris. Le encuentra yaciendo sobre su costado en Gehesty. [34]
«¡Levántate, espíritu luminoso, y habla!», dice Geb, cuando los que están en la energía primordial y la cofradía de los seres de luz (henmemet) vienen hacia Osiris. [35]
Existe una tumba de Osiris: el sicómoro que se une al dios. El árbol reúne a los que están en la energía primordial y a los que están en las extensiones celestes, los cuales se reúnen para Osiris. Su extremidad está quemada, igual que su interior, su parte superior se halla detrás del rey. La sombra de Osiris está detrás de él, él repele el poder aterrador de Set. [36]
Entonces se inicia la lucha contra la muerte. Isis y Neftys impiden que el cuerpo de Osiris se descomponga, pues es identificado con Anubis y con diferentes formas de Horus; no sufrirá ni putrefacción, ni [37] pérdida de líquidos delicados. Es Anubis quien se encarga de la momificación; [38] lava las entrañas y lleva a cabo los cuidados necesarios en Abydos para transformar el cuerpo en momia, soporte de resurrección. [39]
Osiris es purificado por medio del ojo de Horus, y su «enfermedad» (la muerte) es ahuyentada gracias a dos milanos hembra, Isis y Neftys; la primera escancia una libación, la segunda purifica. Isis seca el cuerpo [40][41] purificado por su aliento, y las dos hermanas le hacen gozar de buena salud. [42]
Sin embargo se produce un derrame: del cuerpo de Osiris salen linfas (redju) así como exudaciones que el Faraón recoge y que son entregadas [43][44] para que viva el corazón. No se trata de una sustancia muerta sino, muy al contrario, de un líquido de vida que crea la ola abundante de la inundación. [45] Canales y ríos son llenados por la purificación de Osiris que crea [46][47] los cereales. Del dios aparentemente muerto proviene una energía vital que engendra las riquezas de la tierra.
La intervención de la diosa Cielo es importante: Nut posa las manos sobre el Faraón, tal como ella lo hiciera para Osiris, el día en que abordó (al término de la travesía de la existencia); es ella, en su nombre de [48] «sarcófago», la que abraza al difunto, elevado en su nombre de tumba, «la que eleva». Siendo el sarcófago «el poseedor de vida», la momia de [49] Osiris está, pues, puesta en el medio más favorable para la resurrección.
Tiene lugar un velatorio, con Isis delante del difunto, y Neftys detrás de él. Set y Tot no saben cómo llorar por el Faraón; Isis y Neftys vienen [50] juntas y unidas. Isis es la plañidera; Neftys, la alegre. Los lamentos tienen [51][52] lugar delante de la tumba. Las dos vigilantes que se lamentan por [53] Osiris se lamentan por el Faraón, lloran por él. Isis se sienta, llevándose [54] las manos a la cabeza, Neftys le coge las puntas de los senos, cuando Osiris es extendido sobre su vientre. [55]
Al abrirse las puertas del cielo, es Isis, la hermana de Osiris, la soberana de (la «ciudad» santa de) Pe, la que le llora. Entristecidas, las divinidades [56] de Pe oyen los lamentos de Isis y de Neftys, y vienen hacia Osiris: estas Almas de Pe danzan, baten palmas, desatan su cabellera, se golpean los muslos e imploran a Osiris que retorne, despierte y reviva. [57]
La Tierra es preparada entonces para las exequias, en tanto que las plañideras continúan con sus lamentos y prosiguen las danzas rituales; Isis toma de la mano a Osiris y le introduce bajo una especie de baldaquín cuyo nombre, meniu, significa que es a la vez un lugar mortuorio y una especie de puerto de amarre después de la travesía de la vida terrenal. [58]
Isis y Neftys se transforman en postes de amarre y en amarras que fijan sólidamente a Osiris para que no se vaya a la deriva por la nada.
Isis grita para ti, Neftys te llama; el gran poste de amarre golpea para ti el obstáculo igual que para Osiris en su sufrimiento. Se le dan las manos al rey Osiris, se danza para él, se le hacen ofrendas; el gran poste [59] de amarre llora para ti igual que Osiris en su sufrimiento. Su amarre [60] delantero es cogido por Isis; su amarre trasero, por Neftys. [61]
Pero Osiris sigue inerte. Es entonces cuando Isis realiza un milagro haciéndose fecundar por un muerto cuya virilidad ella resucita:
Tu hermana Isis viene hacia ti, regocijándose a causa de tu amor. Tú la colocas sobre tú falo. Tu simiente brota dentro de ella, ella es precisa (sepedet) como Sothis (Sepedet). Y Horus el Acerado (seped) sale de ti en tanto que Horus que está en Sepedet. Es luminoso para ti gracias a él en su nombre de ser luminoso que se encuentra en la barca (djenderu). Él se ocupa de ti en su nombre de Horus, el hijo que se ocupa de su padre. [62]
Isis viene contenta, por amor de Osiris, cuya simiente brota dentro de ella, ella que es Sothis. [63]
En este acto fundacional de la resurrección es, pues, una diosa la que desempeña el papel decisivo. Pero no nos llamemos a engaño: no se trata de una sexualidad ordinaria, sino de una obra alquímica llevada a cabo por una estrella (Isis-Sothis). La unión con Osiris es carnal, celestial y estelar, pero no humana; la escena representada en la capilla de los misterios del templo de Abydos muestra, por lo demás, a Isis bajo la forma de un ave, un milano hembra, posado sobre el sexo de Osiris. Y es a otra estrella, Horus el Acerado, a la que la pareja divina, vencedora de la muerte, da origen. Como ocurre con frecuencia, los egipcios no dudan en utilizar las descripciones más realistas para significar la realidad espiritual más secreta, pues no disocian lo corpóreo de lo incorpóreo, expresiones de la misma energía universal.
Esta transmutación alquímica obtiene éxito: no sólo la carne de Osiris no se pudre, sino que además es devuelta a la vida, con unos miembros de oro y unos huesos de metal celeste. [64]
Osiris no está sometido al mal (bin), es liberado de las ataduras que [65] lo tenían trabado. Lo que había sido dispersado y descuartizado es reconstituido, [66] Isis reúne el cuerpo, los huesos del Faraón son unidos en [67] tanto que Osiris. Neftys ha reunido para ti tus miembros en ese su nombre [68] de Sechat, señora de los constructores, e Isis declara: He reunido a [69] mi hermano, he recompuesto sus miembros. Sus huesos son juntados, [70] toma para ti tus miembros. Sus huesos son juntados; sus costillas flotantes, [71] reunidas; sus miembros cortados, recompuestos. Se hace para el [72] Faraón lo que se ha hecho para su padre Osiris, el día de unir los huesos, de dar solidez a las plantas de los pies y de alargar las piernas. Se le dice: [73] Junta tus huesos, prepara tus miembros, quítate el polvo, desata tus ataduras. [74]
El que parecía muerto se endereza, recibe su cabeza, sus huesos son juntados, sus miembros, reunidos, se libera de la tierra que recubría su cuerpo; entonces recibe pan que no está enmohecido y cerveza que no está agriada. [75]
Horus junta los miembros del Faraón Osiris para que no perezca, lo recompone para que no haya ya ninguna preocupación en él. Levanta los [76][77] huesos, los junta, así como la carne. Todas las trabas son eliminadas. [78]
Parece que es Set en persona quien reúne las partes cortadas del cuerpo osiriano: tus partes cortadas son elevadas por el señor de la rebelión. [79]
El que ha sido ahogado es repescado y reconstituido: el Faraón ha venido hacia ti padre, ha venido hacia ti, Geb; haz por él lo que hiciste por su hermano Osiris, aquel día de tu pesca completa, fuera del agua, para la reconstitución de los huesos, el robustecimiento de las plantas de los pies y la limpieza de sus uñas superiores e inferiores. [80]
Se precisa que este ensamblaje del dios que resucita se lleva a cabo en el medio creador por excelencia: sus miembros que estaban guardados en secreto son recompuestos, él se une a los que están en el océano primordial. [81]
Para reanimar el cuerpo reconstituido, es preciso asegurarse de que la cabeza sea puesta de nuevo en su debido sitio; esto es obra de tres diosas, el Cielo, Isis y Neftys: Tu cabeza es unida a tus huesos para ti, tus huesos son unidos a tu cabeza; Nut pone para ti tu cabeza, junta para ti [82] tus huesos, reúne para ti tus miembros, trae para ti tu corazón en tu cuerpo. Las dos hermanas grandes e importantes reúnen la carne de Osiris, [83] elevan sus miembros y hacen aparecer sus ojos en su cabeza, (a saber) la barca de la noche y la barca del día. [84]
El corazón es el órgano central, a la vez conciencia y centro motor de todas las energías corporales: por orden de la diosa Cielo, Isis y Neftys se apoderan de Osiris y ponen su corazón en su cuerpo. Palabras que debe [85] decir Nut: te doy a tu hermana Isis y a tu hermana Neftys para que ellas se apoderen de ti x te den tu corazón para ti, en tu cuerpo; tu corazón es [86] tuyo, Osiris, tus piernas son tuyas, Osiris, tus brazos son tuyos, Osiris; el Faraón tiene su propio corazón, sus propias piernas, sus propios brazos. [87]
Una vez que Isis y Neftys han puesto en su lugar el corazón, esta última [88] le concede también a Osiris el uso de su mano; al ser reanimada la conciencia del corazón, se vuelve posible actuar. [89]
Entonces se produce el despertar de la resurrección, que es evocado del siguiente modo:
Osiris fue puesto sobre su costado por su hermano Set (así pues, dejado como muerto).
Pero aquél que se encuentra en Nedit (Osiris) se mueve.
Su cabeza es levantada por Ra.
Su abominación es el sueño y detesta la inercia.
No se descompone, no se pudre.
No es maldecido por la ira de los dioses.
Osiris se despierta en paz. [90]
Hay que proseguir el proceso de animación del ser resucitado por la apertura de la boca, de los ojos, de los oídos y de la nariz. La boca de Osiris es abierta, su agujero de la nariz es perforado, sus oídos son destaponados. La apertura de la boca va acompañada del afianzamiento de [91] las mandíbulas que estaban separadas. [92]
Horus abre la boca y los ojos con la azuela del Abridor de los caminos, con la azuela-Osa Mayor de metal celeste que abre la boca de los dioses: así es abierta la boca de Osiris gracias al metal celeste que proviene de Set. [93]
El ritual es celebrado por distintos dioses en «la morada del oro» y «el templo del incienso»; Horus puede abrir también la boca del Faraón con su dedo meñique como lo hizo con Osiris. [94]
El corazón del Faraón es elevado, es grande (aa), su boca es abierta, y se convierte en dios poderoso y sin par. [95]
El resucitado se incorpora: ¡Ponte en pie, levántate como Osiris! [96] Toma agua fresca, se libera de las ataduras de la muerte, de la arena que tenía sobre el rostro, se incorpora sobre su costado izquierdo, se mantiene sobre su costado derecho, levanta la mirada para ver lo que su hijo ha hecho por él. Se dice: Levántate, oh, Osiris; Set se ha levantado por [97] sí solo, ha oído la amenaza de los dioses. Osiris se pone en pie para su padre Geb que le protege de Set. [98][99]
Isis habla, Neftys llama a Osiris; Isis llama a Osiris en tanto que gran [100] poste de amarre, la plañidera llama en tanto que plañidera, cuando [101] Osiris aparece en la escalera, y se baten palmas y se golpea el suelo con [102] los pies. El resucitado está de pie, sin cansancio, en medio de Abydos, [103] y la tierra transforma a Osiris en ser de luz. [104]
Los dioses de Pe manejan unos bastones, se golpean los cuerpos por Osiris, baten palmas, se mesan los cabellos y le dicen: «¡Vamos, ven, despiértate, duerme, eres estable en la vida!». Osiris está de pie, ve y oye cuanto su hijo Horus ha hecho por él. Horus golpea a quien le golpea, ata a quien le ata, pone a Osiris debajo de su hija mayor. [105]
La muerte es vencida, las puertas del paso a la otra vida se abren: la tumba está abierta para ti, las puertas del sarcófago son sacadas para ti, las puertas del cielo son abiertas para ti. [106]
Isis ve (maa) a Osiris, Neftys le contempla (peter); ellas ven a su [107] hermano con ocasión de la fiesta de Atum: «Estáte lleno de energía (nini)», dice Isis; «estate en plenitud», dice Neftys; «Sé duradero», dice Isis; «estáte en plenitud», dice Neftys. ¡Afortunados de los que ven, [108] afortunados de los que oyen (cuando) está de pie Osiris, el señor de [109] los dioses! [110]
La resurrección de Osiris es igualmente simbolizada por la erección del pilar djed, «el duradero», que vuelve al resucitado «duradero en el cielo», más duradero que los dioses duraderos y duradero [111][112] eternamente a la cabeza de las potencias. [113]
En adelante, Osiris vive entre los vivos, pero asciende al cielo [114] adonde es llevado por la madre de los dioses. Renace bajo la forma de [115][116] Orión y de una serpiente celeste. [117][118]
Es bajo la forma de una estrella como el Faraón llega al cielo, y pide a los dioses que no le ignoren y le reconozcan, a él que ha estado a punto de perecer y desaparecer, a él que permanece ahora en plenitud y se despierta gozando de buena salud. [119]
Isis y Neftys no están ausentes de esta ascensión, puesto que el Faraón sube por los muslos de Isis y trepa por los de Neftys para alcanzar el cielo. Por otra parte, Neftys es la barca de la noche, y el rey [120] desciende en ella; Isis es la barca del día, y él se une a ella. [121]
El Faraón es reconocido como Horus bajo dos formas. La primera es la del niño Horus, hijo de Osiris y de Isis; esta última le preserva de [122] toda desgracia y le amamanta, igualmente que Neftys, pues Isis es la [123] madre y su hermana, la nodriza. La leche de Isis y la ola de Neftys son llevadas al niño Horus que también es amamantado por la diosa Cielo [124] con su pecho izquierdo. Además, la gran Isis anuda una cinta en el emplazamiento de Chemnis donde ella ha escondido al niño, trae su faldellín y quema incienso delante del pequeño Horus para que pueda atravesar la tierra con unas sandalias blancas y ver a su padre Osiris. [125]
La segunda forma es la de Horus realizado, protector de la monarquía faraónica; es Osiris quien ha ordenado que el Faraón aparezca en plena gloria como la contrapartida (sen-nu) de Horus que ve a Osiris [126] bajo la forma en la que se ha manifestado. Osiris habla con Horus que [127] ha ahuyentado el mal de él, le guía y le da la vida: Horus te ha juntado, [128] Horus se las ha arreglado para que Isis y Neftys se ocupen de ti; ellas te han entregado a Horus, él es feliz (hotep) gracias a ti. Y gracias a Horus, los huesos del Faraón están en buen estado y grande es su corazón. [129]
Osiris se incorpora, ve y oye los actos que Horus ha realizado para él, a fin de que los lamentos cesen; gracias a la intervención de Horus, Osiris [130] contiene a todos los dioses en su abrazo. Horus ama a su padre, no se aleja de él y se ocupa del resucitado, que es un «escarabajo viviente». [131]
Queda por asumir la herencia de Osiris, es decir, reinar. Tras haber llevado a cabo los ritos, siendo iniciado y puro, el Faraón se sienta en el trono de metal celeste: ¡Oh, Faraón, qué bien está esto, qué grandes cosas [132] ha hecho por ti tu padre Osiris, te ha entregado su trono! Tú eres [133] aquél que Osiris ha instalado en su trono a fin de que puedas guiar a los [134] Occidentales; el Faraón es el sucesor de Osiris y viene sobre su trono. [135][136] Habiendo creado su sitio igual que Osiris, el Faraón aparece como él a [137] la cabeza de los espíritus luminosos, y se le pide: Haz lo que ha hecho [138] Osiris, pues eres, ciertamente, aquél que está en su trono. [139]
Pero el Faraón es un sucesor y no un imitador de Osiris. Aunque se le parece y está más exhausto que él, es también más grande y más vigoroso que Osiris, y posee una voz más poderosa que el dios que le permite poner fin al «período del silencio», a saber, la muerte. Ejerciendo la función [140] de Faraón es como el rey continúa venciendo la muerte de Osiris y resucitándole.
¿Cuál es la dimensión espiritual de Osiris? A la cabeza de las Enéadas, vive y se alza a causa de su fuerza. Es un ser luminoso, posee una [141][142] capacidad de manifestación (ba,) el dominio (sejem,) le son dados los [143] seres de luz, es poderoso (uash,) preciso, tiene la forma de un dios, sostiene el cielo y sacraliza la tierra. Corresponde al Faraón asumirlos para [144] que Osiris siga estando vivo.
Al término de los misterios osirianos se celebra una fiesta a la vez celestial y terrenal. Durante la luna nueva, símbolo de resurrección, Osiris, espíritu luminoso, se instala sin esfuerzo en el corazón de Abydos, se convierte en un ser duradero en la ciudad de Mendes (la duradera). Las Almas de Heliópolis y Ra le toman de la mano, las dos Enéadas levantan su cabeza, él vive y preside en las dos capillas de Heliópolis. [145]
El brazo de Osiris es para Isis; su mano, para Neftys. Le son dados el Cielo y la Tierra, así como el campo de los juncos, los montículos de Horus y de Set, las ciudades y los nomos reunidos por Atum. [146]
Una frase notable nos revela la manera en que Osiris se manifiesta en la tierra: Osiris es la obra (kat) del Faraón, Osiris es la pirámide. Es a través de este cuerpo de piedras vivas para siempre como se celebra el misterio de la resurrección. [147]