Los dioses te han concedido una buena salud (udja), (pues) te aman; el Faraón goza de buena salud, con su carne, él está [1][2] sano, sano; sano está el ojo de Horus. Este vigor, no lo [3] olvidemos, es de orden sobrenatural, puesto que el cuerpo del [4] Faraón es formado por los dioses. Isis y Neftys le dan su [5] corazón, sus labios son las dos Enéadas, su boca es pura, las dos Enéadas le incensan; pura, ciertamente, es esta lengua en la boca del Faraón. [6]
No obstante, se hacen necesarios dos tipos de protección. El primero, nedj, está asegurado por la gran Enéada, por Horus y [7][8] por Sokaris; el hecho de ocuparse del Faraón equivale a [9] ofrecerle los dioses y su herencia, y el rey se ocupa de su [10] padre Ra, mientras se protege a sí mismo de aquéllos que puedan actuar contra él, intentar robarle su alimento, privarle del aire o acortar su tiempo de vida. [11]
El segundo tipo de protección, setep-sa, proviene de la luz divina: la protección de Ra está sobre el Faraón, ella no le abandonará, y está más protegido que los seres de luz. El [12] Faraón es Horus rodeado con la protección de su ojo, y Geb [13] brinda su protección de vida a Osiris. [14][15]
El Faraón entra en «la morada de la protección (jut)», pues su padre Geb le protege (ju) y él mismo extiende su [16] protección sobre aquéllos que moran en la tierra. [17]
Sano, gozando de buena salud, protegido, el Faraón posee un buen natural, una buena manera de ser, un carácter que le permite ejercer su función: Geb ha visto tu naturaleza y te ha [18] instalado en su trono, el Faraón se instala en el trono de los [19] que están «dotados de carácter».
«Perfectamente ajustado», el rey es más excelente (iqer) que [20] los dioses excelentes, y se muestra eficaz en tanto que Grande Eficaz. [21][22] Él que está provisto de lo necesario es «El que dura» y [23][24] «El que es firme, estable» a la cabeza del cielo. Lo que se ha [25] hecho para el Faraón es estable y se le desea, a él que vuelve a [26] los dioses estables: Dura (imen), dura, toro que dura; ¡ojalá [27] puedas existir, duradero, a la cabeza de los seres de luz, [28] eternamente! [29]
Varios capítulos aseguran al Faraón abundancia de alimentos sólidos y líquidos. Se precisa: [30]
Lo que el Faraón detesta es el hambre.
No se la come.
Lo que el Faraón detesta es la sed.
No se la bebe.
Es sin lugar a dudas el Faraón quien ofrece pan a todos los seres divinos que existen.
El Faraón ha nacido en la noche y en el océano primordial.
El Faraón ha venido.
Os trae el pan que allí ha encontrado. [31]
El Faraón no tiene sed.
El Faraón no tiene hambre.
Su corazón no está en la indigencia. [32]
En el templo, cinco comidas están destinadas al Faraón: tres en el cielo con Ra, dos en la tierra con las dos Enéadas. Para evitar el hambre y la [33] sed, el rey se une con la semilla generadora, la abundancia y la perfección. [34]