CAPÍTULO 44
GRANDEZA, ALTURA Y DIGNIDAD

¿Quién actúa en favor del Faraón? «Uno más grande que él». El Faraón [1] es el hijo del Grande (dios), él es un grande, hijo de un grande. ¡Grande [2] es el padre, grande es el padre! El Faraón existe en tanto que «Grande [3] es el padre». [4]

Al dios llamado «Grande es su potencia vital (Ur ka)», que es el copero de Horus y el responsable de la sala de columnas de Ra, el Faraón le pide que le conceda la grandeza merced a la cual se alimentará. Y, para ser grande, preciso es escuchar la palabra de Horus. El que es sin [5] cesar grande (urer) despunta al alba, dicen los dioses hablando de la [6] aparición de Ra, la luz divina, que sabe que el Faraón es más grande [7] que él. Este último es el Grande salido de la frente de Tot, y se le pide: [8][9] Se grande como un rey, el Faraón es un grande, la gran corona está [10] intacta. Se sienta en su trono de metal celeste como el Grande que está [11] en Heliópolis. [12]

«El que es sin cesar grande» es el nombre del dios que conoce el Faraón, a saber, Osiris, cuya acción en favor del rey resulta determinante: [13][14] ¡Cuán grande es… lo que tu padre Osiris ha hecho por ti! [15]

El Grande vela con su potencia vital (ka), ese grande duerme con su potencia vital; el Faraón vela con su potencia vital, el Faraón duerme con su potencia vital; ese Grande se despierta, el Faraón se despierta. El rey es, por otra parte, «grande de despertar» y «grande de sueño» y, [16] al igual que Osiris resucitado, «envuelve» a todos los dioses en su abrazo. [17] El Faraón es grande y redondo en tanto que círculo que rodea las islas [18] lejanas. [19]

El rey es el Grande que asciende al cielo, y es grande para poder [20] atravesar los espacios celestes. En estas dos últimas frases, cabe interpretar [21] ur, «golondrina», en lugar de ur, «grande»; pero la golondrina aparece claramente como «el gran (pájaro)» al que se incorpora el Faraón para desplazarse en el Más Allá.

Alta es la luz divina, alto es el señor de Maat, alto es el Principio [22][23] (Atum) que se metamorfosea bajo forma de altura. El Faraón [24] debe ser alto en la tierra salida del Principio, ser alto con su padre [25][26] Atum. ¡Ven a la existencia, se le dice, sé alto, sé luminoso (aj)! [27] Muy alto entre las estrellas imperecederas, el Faraón alcanza la [28][29] altura del cielo. Se instala los bajeles de junco para él a fin de que sea alto desde el Oriente hacia el Occidente, en compañía de sus [30] hermanos los dioses. Y el Faraón es alto en tanto que abridor de [31] caminos en el otro mundo.

Grandeza y altura van acompañadas de otra dimensión del ser, el sah, traducido por «dignidad, nobleza». Es la diosa Cielo la que hace que el Faraón aparezca en su gloria como rey del Alto y del [32] Bajo Egipto en «todas sus dignidades», los símbolos de la dignidad del Grande estando depositados en el suelo en honor del Faraón. [33]

Recibe para ti tu dignidad que las dos Enéadas han creado [34] para ti. Se le dice. La dignidad del Faraón proviene de la boca de Ra [35][36] y sale de la boca de Anubis. Ra ennoblece (sah) al Faraón en tanto que dios que está entre los vigilantes de (la ciudad de) Nejen, y estos mismos vigilantes de Pe y de Nejen ennoblecen al Faraón en tanto que [37] Sokaris. Lo que ennoblece al Faraón es la capacidad de dominio [38] (sejemu); sus dignidades no le serán arrebatadas, pues él ha asimilado la intuición conocedora (sia) de cada dios. [39]

La dignidad del Faraón se encuentra entre los seres de [40] luz, y está a la cabeza de todos los Dignos que están en la región de [41] luz. El fundamento de esta dignidad se formula por el acto realizado según el amor y por la negativa a llevar a cabo lo que es detestable. [42]