Los Textos de las Pirámides consagran numerosos pasajes a otra facultad espiritual, el ba, simbolizado por un ave con cabeza humana barbuda, delante de la cual es puesta una copela de donde sale una llama. La naturaleza divina (la barba), la transcendencia y la movilidad celeste (el ave), el dinamismo creador (el fuego), la conceptualización (la cabeza humana): tales son las características del ba, traducido a menudo por «alma», y que se nos aparece como la capacidad de manifestación espiritual del ser, incluidas las nociones que acabamos de citar.
El ba conduce al Faraón al cielo; cuando el rey asciende al cielo, su [1] ba está sobre él. Es la diosa Cielo, Nut, quien hace posible la realización [2] del Faraón en el interior del ba; el nombre del cielo estrellado es, por [3] otra parte, «Un millar es su ba». por referencia a los miles de estrellas que manifiestan la luz celestial.
¡Ojalá puedas ser ba, siendo ba!, se le desea al Faraón que es grande [4] a causa de su manifestación. Su ba es para él y está en él, se encuentra [5] en su cuerpo y en su vientre, en su sangre y en sus dientes. El Faraón [6][7] está vivo por medio de su capacidad de manifestación, es un ba vivo de [8][9] rostro barbudo y un ba a la cabeza de los vivos. [10][11][12]
Viene hacia el Faraón su ba que está entre los dioses, los cuales poseen [13] también una capacidad de manifestación. Ba divino, para el cual se [14] abre la puerta del cielo, ¡el Faraón es un ba que pasa entre vosotros, oh [15] dioses! Es la Enéada que reconoce al rey la capacidad de [16] manifestarse, y su ba es el de la luz divina. Tu capacidad de [17][18] manifestación será efectiva (sopea), como la diosa Eficiencia [19] (Sopedet), se le dice al Faraón; ¡ojalá pueda tu capacidad de manifestación mantenerse entre los dioses en tanto que Horus! El ba del [20] Faraón se mantiene precisamente entre los dioses, entre los seres de luz [21] (aju) que siguen al Faraón a causa de su capacidad de manifestación. [22] El rey posee de ella más que los dioses del Alto Egipto y sus emanaciones luminosas cuando él es identificado con Set, y más que los dioses del Bajo Egipto y sus emanaciones luminosas cuando él es [23] identificado con Horus. La potencia (sejem) ha sido vuelta luminosa [24] para el ba del rey; es luminosa para el Faraón en su forma de pájaro ba. [25]
El Faraón adquiere su capacidad de manifestación gracias al ojo de Set que le entrega Horus; así pues, esta facultad espiritual indispensable [26][27] al monarca depende de la fraternidad de los dos dioses.
Manifiéstate (sé ba), se le pide al rey, al igual que las Almas (han) de Heliópolis, las Almas de Nejen, las Almas de Pe y la estrella viva que está a la cabeza de sus hermanos. Estas «Almas», las bau, forman la capacidad [28] de manifestación y el modo de encarnación de estas «ciudades» santas. «La venerabilidad (imaj) es para el Faraón», dicen las Almas de Heliópolis, y ellas te proveen de vida y de potencia. Ellas levantan una [29] escalera para alcanzar lo alto, toman de la mano a Osiris resucitado y [30] en compañía de las Almas de Pe, hacen venir al Faraón al cielo. En cuanto [31] a las Almas de Pe y de Nejen, ellas alzan y doran la escala que le permite [32] al rey alcanzar las alturas celestiales. [33]
El ba está igualmente unido a una forma particular de manifestación, la arquitectura sagrada. Existe, en efecto, un «templo del ba,» precedido de un portal, y se le exige: Que sean erigidas las capillas que ha fundado [34] tu ba. [35]