Epílogo 3
MÁXIMA 40
Del hijo espiritual

(564) Si el hijo del hombre acepta lo que dice su padre,
(565) no fracasará ninguno de sus planes[375].
(566) Educa, en tu hijo, al que escucha[376];
(567) en el corazón de los nobles, será un hombre de calidad, digno de confianza,
(568) aquél que guiará su boca[377] de conformidad con lo que le ha sido dicho,
(569) aquél que será visto como el que entiende[378].
(570) La marcha de un hijo que es un hombre de calidad digno de confianza, es notable[379].
(572) El extravío[380] penetra[381] en el que no escucha.
(573) El conocedor se levanta de mañana[382] para mantener su equilibrio,
(574) mientras que el ignorante está acorralado[383].