MÁXIMA 30
Del necesario desapego de los bienes materiales

(428) Si eres grande tras haber sido pequeño[285],
(429) y si haces fortuna[286] tras haber sufrido la miseria[287] anteriormente,
(431) en la ciudad que conoces,
(432) no evoques gimiendo[288] lo que con anterioridad sucedió.
(433) No pongas la confianza de tu corazón en la acumulación de bienes materiales,
(434) pues lo que te ha sido otorgado es un don de Dios.
(435) No estarás por detrás de otro, tu semejante[289],
(436) que haya vivido similar suceso.