MÁXIMA 20
De la justa actitud hacia la posesión

(316) No seas ávido de corazón en lo que concierne al reparto (de los bienes)[198],
(317) no seas voraz[199] más que de tus bienes[200] personales.
(318) No seas ávido de corazón hacia tu prójimo;
(319) más amplia es la (justa) reivindicación del hombre dulce que la (injusta) del hombre rudo[201].
(320) A este último, bien poco le vendrá de parte de su prójimo[202],
(321) pues está privado de lo que aporta la palabra[203].
(322) Un poco de avidez basta para hacer nacer el espíritu de querella en el hombre de vientre frío[204]