MÁXIMA 17
De la necesidad de escuchar las peticiones

(264) Si eres un guía,
(265) escucha serenamente el discurso de quien te dirige una petición;
(266) no lo rechaces, hasta que haya purgado su vientre [169]
(267) de lo que tenía intención de decirte.
(268) Quien se encuentra abrumado por la injusticia[170] desea que su corazón sea lavado,
(269) más (aún) que la realización de aquello por lo que ha venido[171].
(273) En cuanto a quien rechaza al que le dirige peticiones,
(274) se dirá (con reprobación): «¿por qué motivo las rechaza?»
(275) (Ciertamente), no es posible que todas las peticiones lleguen a término,
(276) pero una buena escucha aplana el corazón[172]l67.