| (175) | Si eres débil[96], sigue a un hombre de calidad, digno de confianza[97]; |
| (176) | toda tu conducta [98] se volverá buena a los ojos de Dios. |
| (177) | Si sabes que este hombre era antes de condición humilde[99], |
| (178) | no tengas el corazón arrogante [100] respecto a él, |
| (179) | porque sepas de su condición anterior; |
| (180) | témelo con respeto[101] conforme a lo que ha ocurrido, |
| (181) | pues las cosas[102] no suceden, ciertamente, por sí mismas. |
| (182) | Son las leyes (los dioses) para quienes son amados por ellas[103]. |
| (183) | En cuanto a la opulencia, el hombre de calidad la obtiene por sí mismo[104]. |
| (184) | Es Dios quien hace que sea un ser de calidad |
| (185) | y quien lo protege, incluso cuando duerme. |