«Los escribas llenos de sabiduría, desde los tiempos
Que vinieron después de los dioses,
Y cuyas profecías se realizaron:
Sus nombres duran eternamente…
No han proyectado dejar detrás de sí, como herederos,
A hijos de su carne, que conservaran su nombre:
Han puesto por herederos
A los libros y enseñanzas que han escrito.
De los libros han hecho sus sacerdotes,
De la paleta del escriba han hecho su hijo bienamado:
Sus enseñanzas son sus pirámides,
La pluma era su hijo,
La tablilla su esposa…
¿Ha habido un hombre semejante a Ptahhotep?
Los sabios que predecían el porvenir,
Lo que salía de su boca se realizaba.
Se descubre que una cosa es un proverbio,
Y que se encuentra en sus escritos…
Incluso cuando han desaparecido,
Su poder mágico alcanza a todos los que leen sus escritos.»
Texto en A. H. Gardiner, Hieratic Papyri in the British Museum, p. 38 y ss.