Por muy alejado que esté Amón en sus caminos,
sus ojos y sus oídos permanecen abiertos.
Oye las llamadas de aquél que las pronuncia
y, en un instante, llega de la lejanía para aquél que le invoca.
El prolonga o reduce el tiempo de vida.
El cambia el destino de aquél a quien ama.
Himno a Amón de Leyde (70)
Cualquier hombre que sea sabio llegará a la edad de ciento diez años.
Diez años de su vida estarán sin desórdenes, sin impurezas, sin faltas y sin mentiras, de acuerdo con lo que realiza un ignorante que se ha vuelto un sabio.
Por eso comerá pan junto al dios poderoso, cada día.
Textos de los sarcófagos, cap. 228
Ser mantenido al margen de la muerte es malo para los hombres.
Textos de las pirámides, 1439c
Cuando la muerte llega, tanto se apodera del niño que está en brazos de su madre como del anciano.
ANY
El Occidente es la morada de quien no ha transgredido la Regla.
¡Feliz el que lo logra!
Nadie lo logra,
salvo aquel cuyo corazón es exacto en la práctica de la Regla.
Allí no hay distinción entre el pobre y el rico,
salvo a favor de quien esté en rectitud cuando la balanza y el peso se hallen ante el dueño de la eternidad.
PETOSIRIS
Afortunado aquél que llega al Occidente,
cuando está seguro en la mano de Dios.
AMENEMOPE
La muerte está hoy ante mí como la curación tras una enfermedad,
como la libertad tras el encarcelamiento.
La muerte está hoy ante mí como el perfume de la mirra.
Como estar sentado bajo la vela un día de viento.
La muerte está hoy ante mí como el aroma del loto,
como estar sentado en la ribera de la embriaguez.
La muerte está hoy ante mí como el momento en que cesan las intemperies, como el momento en que se regresa a casa después de una expedición.
La muerte está hoy ante mí como un claro en el cielo, como el descubrimiento de lo que se ignoraba.
La muerte está hoy ante mí como cuando un hombre desea ver de nuevo su morada tras haber pasado años en cautiverio.
Diálogo de un hombre con su alma-ba
No te extravíes por el mundo exterior mientras ignores el lugar de tu reposo eterno.
ANY
Embellece tu morada en la necrópolis,
enriquece el lugar del Occidente donde te encontrarás.
Acoge este pensamiento,
pues la muerte es estrecha para nosotros, y exaltante la vida.
La morada de la muerte está destinada a la vida.
HOR-YEDEFRE
En cuanto a esta tumba de mi dominio, la construí a la sombra. Era yo un venerable perfecto ante los hombres y ante Dios. Ni una sola vez me trajeron una piedra procedente de la tumba de nadie para construir la mía. Se recuerda el juicio en el Occidente.
Inscripción de Remen-ui-kai
(Revue d’égyptologie, 42, 1991, p. 263)
La asamblea de los jueces imparte justicia para los abrumados, y sabes que no son indulgentes el día en que imparten justicia para quien la sufra.
¡Y eso es tanto más grave cuanto el acusador es un sabio!
No te ilusione la longitud de los años: ven como una hora la duración de la existencia.
Un hombre sobrevive tras su muerte,
y sus acciones son amontonadas a su lado.
Se decide la eternidad,
y muy estúpido es quien no lo tiene en cuenta.
El que llegue sin haber cometido el mal,
será allí como un dios,
se desplazará libremente como los señores de la eternidad.
MERIKARA
Ningún ser que sea conocedor morirá de la segunda muerte.
Sus enemigos no ejercerán sobre él influencia alguna.
Ninguna magia le retendrá en la tierra.
Textos de los sarcófagos, cap. 83
Vive la vida pues, realmente, no mueres la muerte.
Textos de las pirámides, 810a
Oh Osiris el rey,
te fuiste, [pero] volverás.
Te dormiste, [pero] despertarás.
Abordas [la ribera del más allá pero] vives.
Textos de las pirámides, 1975a-b
Cualquier bienaventurado que conozca el secreto de Osiris oculto en las tinieblas seguirá siendo un vivo entre los vivos.
Textos de los sarcófagos, VII, 364
Diosa del cielo,
tiéndete sobre mí,
hazme penetrar en la vida que es tuya.
No cierres tus puertas ante mí.
Que pueda cruzar el firmamento,
unirme a las puertas de la aurora.
Textos de los sarcófagos, cap. 644
Mi protección procede de todos los dioses, eternamente.
Soy alguien cuyo nombre es secreto.
Soy el que no ha sido contado.
Estoy totalmente indemne.
Libro de salir a la luz, cap. 7
Pon en orden tus huesos,
reúne tus miembros,
vuelve tu rostro hacia el hermoso Occidente:
regresarás rejuvenecido, cada día.
Textos de los sarcófagos, VII, 255b-d
El resucitado es aquél que emprende el vuelo entre sus hermanos los dioses en el paraje de luz.
Textos de los sarcófagos, VI, 296g-h
¡Tendedme las manos, nací de vosotros!
Sois el verbo y la intuición conocedora, que están cada día junto al creador.
Textos de los sarcófagos, cap. 335 A
Nací del poder creador, nacido de sí mismo.
Me concibió en su corazón,
me creó con su poder mágico.
No nací de un parto humano.
Textos de los sarcófagos, cap. 75
Vivo esa dulce vida que vive el dueño del paraje de luz, de las aguas que se hallan en el cielo.
Textos de las pirámides, 1772c
Que haga durar mi nombre como las estrellas del cielo,
que dé firmeza a mi estatua como la de una de sus seguidores,
que recuerde mi poder creador en su templo, día y noche,
que mi juventud se renueve como la luna,
que mi nombre no sea olvidado por la eternidad.
El Cairo, estatua 42237
No he descuidado el día de arribar al otro mundo,
he recordado a quienes descansan en sus moradas de eternidad.
He actuado como quienes salen de allí para banquetear en pleno gozo.
He llegado pues al reino del más allá con el favor de los dioses.
El Cairo, estatua 42 231
El miedo no existe en el más allá.
Rechaza las querellas.
Allí nadie teme a nadie,
en aquel país que no conoce la discordia.
Tumba tebaica de Neferhotep (ediciones Hari)
Fórmula para hallarse en la campiña de la plenitud entre los seguidores de Osiris y entre los seguidores de Thot, cada día: comen pan entre los vivos, no mueren, el aliento vital está en su nariz.
Textos de los sarcófagos, cap. 1162
Contemplar las campiñas, las ciudades, los terrenos, labrar, cosechar, ver la luz divina [Ra], al Resucitado [Osiris], el conocimiento [Thot] cada día, tener el dominio del agua y del aire, hacer todo lo que gusta como aquél que se halla en la isla de fuego, mientras que la vida se halla en su nariz sin que la muerte sea posible, permanecer en la campiña de la plenitud donde se hallan los campos y los alimentos, por siempre y para siempre.
Textos de los sarcófagos, cap. 467
El viento del sur se convierte para ti en viento del norte.
Dirigen tu boca hacia las ubres de la vaca celestial.
Te conviertes en puro para contemplar el sol.
Haces una ablución en la alberca divina.
Estás justificado ante la luz divina.
Eres perdurable junto al Resucitado [Osiris],
Ven con toda tranquilidad hacia tu poder vital.
Canto del arpista (BIFAO, 35)
Tienes el dominio de tu conciencia,
de tu corazón,
de tus brazos y tus piernas.
Dispones de tus ofrendas funerarias.
Tienes el dominio del agua, del aire, de las fecundantes olas, de ambas riberas,
De quienes quisieran actuar contra ti en el reino bajo tierra.
No te nutres de alimentos terrestres.
Textos de los sarcófagos, cap. 225
El ser de luz está destinado al cielo.
Textos de las pirámides, 474a
Da la plenitud al espíritu de luz,
haz lo que le gusta.
ANY
Exploré el cielo,
excavé el paraje de luz,
recorrí la luz,
seguí andando su recorrido,
me hice señor de los poderes espirituales de mi predecesor,
pues soy realmente un ser de luz equipado.
Textos de los sarcófagos, cap. 574
Un hombre debe llevar a cabo lo que es útil y luminoso para su ba.
MERIKARA
Voy hacia ti, dueño de la tierra sagrada.
He practicado la Regla en la tierra, sin desviarme;
permíteme ser glorificado en el cielo y poderoso en la tierra,
hecho justo como los dueños de la matriz estelar.
Que mi capacidad de moverme [ba] me permita desplazarme al lugar donde deseo ir.
Estela de Romé (Abydos) (Mariette, Catálogo
general de los monumentos de Abydos, núm. 1122)
Tu facultad de movimiento [ba] estará viva para siempre,
como Orión en el vientre de la diosa Cielo.
Te manifestarás en ser de oro,
brillarás como el electro.
En la matriz estelar cumplirás una función real.
Tu nombre será grande en el Occidente
Ritual del embalsamamiento