Aquél a quien los dioses guían no puede extraviarse.
Aquél a quien privan de barca no podrá cruzar [el río de la vida],
PTAH-HOTEP
Para aquél que avanza por el agua de los dioses la mala suerte se ha conjurado.
Mientras quien avanza por su tierra se ve reducido a combatir para obtener un buen destino.
Templo de Esna (II, núm. 17)
Para el ser radiante que avanza, se ha construido el camino.
PTAH-HOTEP
La facultad de trascendencia [ba] se dirige al lugar que conoce.
No debe apartarse de su camino habitual.
Así, ninguna magia le obstaculizará.
MERIKARA
Adoptarás la forma de un fénix, de una golondrina, de un halcón o de una garza, según tu deseo.
Cruzarás sin ser trabado,
bogarás por las aguas,
nacerás por segunda vez.
Tus ojos te serán dados para ver,
tus oídos para oír lo formulado,
tu boca hablará,
tus pies andarán,
tus manos y tus brazos se moverán.
Tumba de Paheri
Así puedas salir a la luz,
andar con tus piernas,
ejercer dominio sobre la marcha del Luminoso,
pues conoces los caminos secretos.
Textos de los sarcófagos, IV, 49n-p
Voy por la Vía Láctea
en compañía de la luz divina y del devenir.
He dirigido correctamente mis pasos,
rijo el cielo.
Textos de los sarcófagos, II, 376d y 164a
Levanta el cielo a la altura de tus brazos,
amplía la tierra a la anchura de tu paso.
Libro de salir a la luz, cap. 48
Soy un chacal de rápidos pasos que da la vuelta a la tierra en el espacio de un instante.
«Capilla roja» de Hatsepsut
Amón-Ra [el secreto y su revelación por la luz] es el doble mástil que resiste el viento
que no vacila bajo el viento del norte,
que no se dobla bajo el viento del sur.
Lleva la vela,
por malo que sea el tiempo,
y permite navegar.
British Museum, ostracon 5 656a
Venerad a Amón-Ra, el rey de los dioses, el primordial, aquél que llegó primero a la existencia, dios único, el que es amado, el que levanta el cielo, el que creó el cielo, la tierra y las aguas.
Ven a mí, Amón,
haz que alcance el límite del desierto.
Tú que salvas al náufrago,
haz que alcance la tierra firme.
Relieve tebaico, Museo de El Cairo, JE núm. 43 591
La tempestad se aparta del viajero que recuerda el nombre de Amón.
Se convierte en un viento suave para quien le invoca.
Así se salva el náufrago.
Amón es más eficaz que millones para quien le lleva en su corazón.
Gracias a su nombre, el hombre solo se hace más fuerte que la multiplicidad.
Himno a Amón de Leyde (70)
Soy el corazón del Señor,
los ojos y los oídos del soberano.
Mira, soy un capitán de navío que le pertenece.
Ignoro el sueño día y noche.
Me levanto y me siento.
Mi corazón bajo el cabo de proa y el cabo de popa.
Tumba de Rejmira
Si manejas correctamente el gobernalle,
estarás en la dirección de la corriente que lleva hacia la realización de la equidad.
Vela para no emprender un viaje que te sería nefasto a causa del cabo del gobernalle.
Cuento del hombre del oasis
Soy el remo-gobernalle de la luz divina con el que satisface a la Perfecta, ese remo que no se quema en el fuego y no se moja en el agua.
Textos de los sarcófagos, VI, 15b-16a
Soy la que posee el remo en la barca del mando.
La soberana de vida,
guía de la luz por las hermosas rutas,
soy la que fija los cables ante los gobernalles, por las rutas del Occidente,
soy la Tercera,
la Soberana de fulgor,
la que guía al grande que se ha agotado por las rutas de los despiertos.
Soy la que posee el esplendor por las rutas del cielo nuboso.
Soy la que posee los vientos en la isla del gozo,
soy la que posee remos,
la que guía a los que están en sus cavernas,
soy Hator,
soberana del cielo del norte,
la que fija los cables de los despiertos,
soy un lugar de quietud para quien practica la equidad.
Una barcaza para sus elegidos,
la que crea la barca para llevar al justo.
Textos de los sarcófagos, IV, 177a-j
Libro de salir a la luz, cap. 186
El ser desviado no entra en el lugar de la rectitud,
el país del silencio.
Sólo el ser de corazón recto es admitido en la barcaza,
pues el barquero no transporta a los seres desviados.
¡Qué feliz es el que acosta!
Himno a Amón de Leyde (800)