Al igual que en su ópera prima (La guerra de dos mundos, Robinbook, 2008) el profesor Palacios mantiene el mismo ambicioso propósito: hacer llegar de una forma amable, divertida, amena y comprensiva para cualquier persona, independientemente de su nivel de conocimientos previos, el mundo de la ciencia, en general, así como las implacables leyes de la física, en particular. Con el fin de alcanzar el objetivo propuesto, se utiliza como disculpa, una vez más, el cine de ciencia ficción, plagado de conceptos científicos inexactos, erróneos, imprecisos, cuando no manifiestamente falsos.

En Einstein versus Predator, su segunda obra dedicada al mundo de la divulgación científica, el autor se detiene en explicar las posibilidades e imposibilidades de algunas hazañas superheroicas, de los viajes espaciales a mundos situados a años luz de distancia, del plegamiento del espaciotiempo para alcanzar velocidades superiores a la de la luz, de los viajes en el tiempo o de la existencia de realidades alternativas y universos paralelos, entre otros muchos temas más.

Los capítulos que conforman el libro constituyen unidades monográficas e independientes entre sí, de tal manera que el lector pueda optar por leer el texto íntegro siguiendo el orden que prefiera o que más le guste. A lo largo y ancho de las páginas encerradas por estas solapas desfilan más de 90 películas del género de ciencia ficción, entre ellas, éxitos absolutos de taquilla como Avatar (James Cameron, 2009), Alien (Ridley Scott, 1979), Desafío total (Paul Verhoeven, 1990), Frankenstein de Mary Shelley (Kenneth Branagh, 1994), Independence day (Roland Emmerich, 1996), 2012 (Roland Emmerich, 2009) o series del prestigio de Futurama (Matt Groening and David X. Cohen, 1999) y Padre de familia (Seth MacFarlane y David Zuckerman, 1999). El lector nunca volverá a verlas con los mismos ojos.