A Benigno Coto Delmiro,
brillante conductor de los talleres
de literatura creativa en Asturias.
A Francisco Villar y a toda la
Asociación Cultural Cauce Nalón,
por su apoyo.
A Teresa Martín, genial escritora
y columnista de El Comercio,
por su paciencia en la
lectura del primer borrador.
A Paco Ignacio Taibo II y
Justo Vasco, dos amigos,
dos maestros del género negro.