San Petersburgo

Es difícil encontrar una ciudad en el mundo a la que le hayan cambiado más veces el nombre que a San Petersburgo. El 26 de enero de 1924 se dio uno de esos cambios. Pasó a llamarse Leningrado y es fácil imaginar en honor de quién, de Lenin, porque hacía cinco días que se había muerto y quisieron hacerle la gracia. Pero entre los nombres de San Petersburgo y Leningrado hubo otro, Petrogrado. Los rusos, que ya pasan de tanto cambio, han decidido llamarla «Piter».

San Petersburgo nació a partir de la fortaleza de San Pedro y San Pablo, situada en mitad de un islote, y el zar Pedro I el Grande se empeñó en 1703 en crear en aquel mar de fango una ciudad que no pudiera envidiar a Ámsterdam. Costó lo suyo, sobre todo vidas, porque los trabajadores murieron por miles. Se trasladó a la fuerza a campesinos, a albañiles de toda Rusia, a arquitectos, a infinidad de presidiarios… Hasta se prohibió que se usara la piedra para construir casas en todo el país porque el zar la quería toda para levantar San Petersburgo. Fue Dostoievsky el que definió la ciudad como «la más abstracta y premeditada del mundo». Pero les quedó muy bonita, la verdad.

El nombre de San Petersburgo duró hasta 1914, cuando otro zar, Nicolás II, lo cambió por Petrogrado. ¿Por qué este primer cambio? Porque el nombre de San Petersburgo era de origen alemán y, como Rusia entró en guerra con Alemania, Nicolás II se negó a tener nada en Rusia que oliera a germano. Por eso le puso Petrogrado. El nuevo nombre duró diez años, hasta que, lo dicho, se murió Lenin.

Pero en 1991 se hizo un referéndum entre los ciudadanos y se votó mayoritariamente recuperar el nombre histórico de San Petersburgo. Entre tantas idas y venidas de nomenclaturas se fueron muriendo los zares, y casi todos están allí enterrados. Pero no se lo pierdan, porque Lenin, que permanece más tieso que la mojama en su mausoleo de la plaza Roja de Moscú, pidió también ser enterrado en San Petersburgo, porque allí están sepultados su madre y su hermano. Al final, la muerte acabará reuniendo a bolcheviques y zares en San Petersburgo, Leningrado, Petrogrado o Piter. Tanto da.