Napoleón Bonaparte dejó a toda Francia y a medio mundo boquiabiertos el 1 de marzo de 1815. Desembarcaba en la Costa Azul francesa, después de huir de su encierro mediterráneo en la isla de Elba, dispuesto a llegar a París, recuperar su trono imperial y volver a hacer la puñeta a los ingleses. Era el último coletazo del Bonaparte, capaz aún de arrastrar a sus antiguas tropas a la que sería su última batalla, la de Waterloo.
Napoleón no sólo tenía hasta el gorro a toda Europa, también resultaba cansino hasta para los franceses, hartos ya de batallar en Egipto, invadir España y morirse de frío en Rusia. Pero también es cierto que le tenían mucho miedo, y esto lo ilustra muy bien un episodio que se dio en la prensa francesa cuando se conoció la huida de Napoleón de Elba. Ocurrió lo siguiente: Napoleón tardó veinte días en llegar a París desde que desembarcó en la Costa Azul aquel primero de marzo, y nadie pudo imaginar que consiguiera tantos apoyos en su camino hacia la capital.
Atentos a la evolución de los titulares de un periódico parisino, El Monitor, a lo largo de aquellos días. Cuando Napoleón huyó de Elba, el titular fue: «El ogro sanguinario de Córcega ha abandonado su prisión». Cuando desembarcó en la costa francesa, titularon algo así como «El bandido corso desembarca en Francia». Días después, «El monstruo ha pasado la noche en Grenoble». Poco más tarde el titular decía: «El tirano ha pasado por Lyon» y, más adelante: «El usurpador se halla a cuarenta leguas de la capital». El siguiente titular decía: «Bonaparte continúa su avance triunfal»; y el de un día después: «Napoleón estará mañana al pie de nuestras murallas». Pasó un día más y el titular fue: «El emperador ha llegado a Fontainebleau». La última cabecera fue de traca: «Su majestad imperial llega a la capital de sus Estados en medio de sus fieles súbditos».
Napoleón había pasado en un mes de ser un ogro sanguinario, un tirano, un bandido y un usurpador a majestad imperial. Comenzaba el histórico imperio de los Cien Días, los últimos cien días de gloria del Bonaparte.