Nace Ana de Bretaña

El mapa de Francia que hoy conocemos está así de completito y de mono gracias a que el 26 de enero de 1473 nació una cría a la que pusieron el nombre de Ana, Ana de Bretaña, que, como su propio nombre indica, fue dueña y señora de este ducado. Conste, pues, que la Bretaña es francesa porque el rey galo Carlos VIII se empecinó en casarse con la duquesa Ana. Por el interés te quiero Andrés. El rey matrimonió con Ana de Bretaña para que a Francia no le faltara en el mapa el pico de arriba a la izquierda.

Pero el rey Carlos VIII fue más allá, porque obligó a Ana de Bretaña a firmar un acuerdo por el que, en caso de que él se muriera antes y sin heredero, quedaba obligada a casarse con el siguiente rey de Francia para que la Bretaña siguiera siendo francesa. Qué líos me llevaban entonces. Pero así ocurrió. A Ana de Bretaña y Carlos VIII se les malograron los hijos y encima el rey se murió de forma imprevista y bastante estúpida, porque arrearse contra el dintel de una puerta por no agacharse lo suficiente y quedarse en el sitio por el golpe es una forma muy tonta de morir. Qué velocidad llevaría este hombre.

Ana de Bretaña dejó de ser reina, pero sólo un rato, porque al año siguiente de enviudar tuvo que casarse con el siguiente rey, Luis XII. Así que otra vez se sentó en el trono y otra vez la quisieron por el interés, para que la Bretaña no se desgajara de Francia. Y además de estas idas y venidas con la Bretaña, ¿por qué otros asuntos se recuerda a la reina Ana? Por sus innovaciones en la moda de la realeza y por el protocolo.

Ana de Bretaña fue la primera de las reinas francesas que cambió el luto blanco por el luto negro tras la muerte de Carlos VIII, y también la primera en poner de moda el armiño blanco entre los monarcas. Pero hizo más cosas que no se habían hecho nunca. Por ejemplo, tener siempre a su lado lo que entonces se llamaban las «hijas de calidad»; denominadas luego «hijas de honor de la reina», después «damas de palacio» y que luego se quedaron con «damas de honor», a secas. Esas que comenzaron bailándole el agua a las reinas y han terminado en bañador flanqueando a las misses.