La jura de Alfonso XIII

Doble recuerdo histórico el del 17 de mayo de los años 1886 y 1902. Por un lado, el nacimiento del rey de España Alfonso XIII y, por otro, su mayoría de edad para hacerse cargo, con dieciséis años, de las labores de gobierno. Ese día de principios del siglo XX, su cumpleaños, Alfonso XIII juró la Constitución y España dio por terminada la regencia de María Cristina. Todo empezó muy bien, porque el rey entró por la puerta grande, pero salió por la de atrás.

Alfonso XIII, al ser hijo póstumo, nació con la corona puesta. Es decir, vino al mundo, no como heredero, sino como rey con todas las de la ley, pero como sólo balbuceaba, su madre María Cristina fue su voz y su voto. Alfonso XII había muerto de tuberculosis seis meses atrás y dejó al país con la duda de si lo que nacería sería otra niña o, por fin, el sucesor deseado. Y una curiosidad: dados los antecedentes familiares y ante el temor de que naciera muerto, el crío fue bautizado en el útero materno, no se fuera a quedar en el limbo. Pero llegó el feliz día del alumbramiento y el rey nació sano. Tal y como obligaba el protocolo, toda la corte y el gobierno esperaron en la sala contigua a la del parto a que Alfonso XIII fuera presentado sobre una bandeja de plata repujada.

Durante aquel solemne acto, los cronistas cuentan que don Práxedes Mateo Sagasta, líder del Partido Liberal, comentó a su oponente Cánovas del Castillo al ver al niño: «Sí, ya tenemos rey. Una mínima cantidad de rey».

Alfonso XIII alcanzó la mayoría de edad sin sobresaltos y al abrigo de su madre. Sobre si después llevó con acierto sus veintinueve años de reinado, ahí está la historia para discernirlo. Pero es curioso leer unas líneas de su diario escritas sólo cuatro meses y medio antes de comenzar a reinar: «Yo puedo ser un rey que se llene de gloria regenerando a la patria, cuyo nombre pase a la historia como recuerdo imperecedero de su reinado, pero también puedo ser un rey que no gobierne y por fin puesto en la frontera». Fue, efectivamente, rey, pero también profeta.