Fue un tipo muy importante Juan de la Cosa. No sólo navegante, aventurero y conquistador, sino que gracias a estos tres oficios se convirtió también en el primer cartógrafo de América. Menos mal que el primer mapa en el que aparecía el nuevo mundo descubierto le dio por hacerlo antes del 28 de febrero de 1510, porque ésta fue su última jornada de trabajo. Se lo cargaron los indios. Y, encima, él lo sabía. Sabía que iba a ocurrir.
Juan de la Cosa vivió el descubrimiento paso a paso. No perdió ripio desde el mismo momento en que Colón le pidió prestada su nave para que fuera una de las tres carabelas del viaje inaugural a las Indias. El barco de Juan de la Cosa se llamaba La Gallega, pero acabó pasando a la historia rebautizado como Santa María. A partir de entonces no dejó de ir y venir. Si Colón hizo cuatro viajes, Juan de la Cosa acabó haciendo siete, y fue, evidentemente en el último, cuando las cosas se torcieron.
La expedición iba comandada por Alonso de Ojeda, pero el que conocía el terreno era Juan de la Cosa. Ojeda quería desembarcar en las costas de Cartagena, en la actual Colombia, atacar a los indios y quedarse con aquel pedazo de selva. De la Cosa le aconsejó que no hiciera eso. Le dijo, más o menos, «mira que a estos indios los conozco yo de antes, que gastan malas pulgas, lanzan flechas envenenadas y son poco dados a las relaciones publicas. Mejor desembarcamos en otro sitio y luego ya veremos». Pero Ojeda, erre que erre, desembarcó, se fue a por los indios y les leyó la famosa proclamación por la que tenían que someterse al imperio español y a la cruz cristiana. Los indios dijeron que de eso nada y se enzarzaron.
Al principio, ganó Ojeda, pero los indígenas se replegaron hacia el interior, el conquistador se envalentonó y los siguió tierra adentro. Juan de la Cosa, mientras, insistía «no vayas, Alonso, acuérdate de lo de las flechas». Y, efectivamente, en plena selva cayeron los españoles como chinches, y fue Juan de la Cosa quien recibió un flechazo envenenado por salvar el pellejo de Ojeda. Mira que lo venía advirtiendo. Pues ni caso.