El triste principio de RNE

Suena a rancia, pero lo hecho, hecho está, y cada uno nace donde puede y cuando le toca. El 19 de enero de 1937 nació en Salamanca Radio Nacional de España. La de entonces y la de hoy se parecen como un huevo y una castaña, y sólo el nombre se mantiene invariable. Pero el término nacional que se empleó entonces, tampoco tiene nada que ver con el de ahora, porque hace setenta y un años Franco se apropió de la palabra y ahora la palabra es la antítesis de Franco. Antes era Nacional porque era de unos pocos y ahora es Nacional porque es la pública.

Fue Millán Astray, aquel que dijo eso de «¡Muera la inteligencia!», el primero que se encargó de organizar aquella Radio Nacional de la guerra. Y la organizó igual que organizó la legión: los periodistas tenían que alinearse y cuadrarse al toque de silbato, como en un cuartel, porque bien es cierto que muchos de ellos eran militares metidos a periodistas.

La voz que inauguró las emisiones oficiales en Salamanca fue la de Fernando Fernández de Córdoba, que era, por supuesto, militar, pero que, sobre todo, era actor metido a locutor. Muchos recuerdan su voz, porque fue la misma que leyó el famoso parte de final de guerra, aquel que decía: «En el día de hoy, cautivo y desarmado, el ejército rojo, bla, bla, bla…».

Fernández de Córdoba confesó que aquel 19 de enero estaba muy nervioso, porque enfrente de él estaban sentados el embajador de la Alemania nazi. Von Faupel, y el propio Franco, envuelto en un capote del Tercio. Los dos estaban muy pendientes de ver qué tal se daba la inauguración. El alemán estaba allí porque la tecnología la habían aportado e instalado ellos, los nazis.

Era una emisora Telefunken de 20 kilovatios de potencia y una antena de 40 metros.

Sólo un pero que ponerle al soldado locutor Fernández de Córdoba: gritaba mucho. Tanto, que no le hubiera hecho falta emisora para que España se diera por enterada de cómo iba la guerra. Pero, bueno, de su boca salieron las primeras palabras de esa santa casa. Fue a las nueve en punto de la noche de hace más de setenta años, en la Radio Nacional de entonces y en la Pública de ahora.