Calle Seymour
Este éclaircissement es de lo más fastidioso. ¡Qué mala suerte que no estuvieras en casa! Creía que estarías, siendo las siete de la tarde. No desfallezco, sin embargo. No te atormentes por mí. Cuenta con ello, puedo hacer que mi historia sea verosímil para Reginald. Manwaring acaba de irse. Me ha contado la llegada de su mujer. ¡Qué mujer más tonta! ¿Qué espera sacar de estas maniobras? Aún así, ojalá se hubiera quedado tranquilamente en Langford.
Reginald se mostrará un poco irascible al principio, pero mañana, a la hora de cenar, todo se habrá arreglado.
Me despido.
S. V.