Churchill
Querida señora:
Me alegra saber que mi descripción de Frederica Vernon le ha interesado, puesto que, ciertamente, creo que ella merece su consideración y, en cuanto le haya comunicado una noción que recientemente se me ha hecho evidente, estoy segura de que sus amables opiniones en su favor se verán acentuadas. No puedo evitar pensar que ha empezado a tomarle cariño a mi hermano. ¡Tan a menudo veo sus ojos fijados en su rostro con una notable expresión de admiración meditabunda!
Él es, sin duda, muy apuesto y aún hay más, hay una franqueza en sus modales que debe de resultar muy atractiva y estoy segura de que ella lo percibe. Pensativa y meditabunda en general, ella siempre tiene su semblante alegre; esboza una sonrisa cuando Reginald dice alguna cosa divertida y, si el tema es tan serio que él no para de hablar, mucho me equivoco o ni una sola sílaba de las que él pronuncia se le escapa.
Es mi intención que él se percate de todo esto, porque ya conocemos la fuerza de la gratitud en un corazón como el suyo. Si pudiera el afecto libre de artería de Frederica separarle de su madre, podríamos bendecir el día que vino a Churchill. Creo, mi querida señora, que no la reprobaría como hija. Es, ciertamente, extremadamente joven, ha tenido una educación descuidada y un espantoso ejemplo de ligereza en su madre, pero, con todo, creo estar en condiciones de decir que su predisposición es excelente y sus cualidades naturales muy buenas.
Aunque le faltan condiciones, no es en absoluto tan ignorante como cabría esperar. Aprecia los libros y pasa la mayor parte del tiempo leyendo. Su madre le concede más libertad ahora que antes y yo estoy con ella siempre que puedo, habiéndome esforzado por vencer su timidez. Somos muy buenas amigas y, aunque nunca habla delante de su madre, sí lo hace lo suficiente, cuando está a solas conmigo, como para que no me quepa duda de que si lady Susan la tratara adecuadamente, ganaría enormemente en cualidades. No puede haber un corazón más tierno ni cariñoso, ni modales más agradecidos, cuando se comporta libre de restricciones. Sus primitos la quieren mucho.
Cordialmente,
Catherine Vernon