¿Qué puede haber peor que lo malo?
Holderlin, Antigonae.
La paz eterna es un sueño
y ni siquiera bello,
y la guerra, un eslabón en el orden del mundo de Dios.
En ella se desarrollan las más nobles virtudes del hombre:
el valor y la abnegación, el honor y el sacrificio
con riesgo de la vida.
Helmuth von Moltke.
¡Señores… la victoria! ¡Pilonos, si regresan;
si no, eterna paz a los muertos!
¡Condecoraciones! ¡Calificativos como «león de…»;
necrologías con aliteraciones como «.En la paz y en la pelea…»;
coronas, en caso de muerte, con cintas, laurel, mirtos…!
Benn, Generóle.
La sangre corre…, la tierra gira eternamente.
Y la sangre toma su curso,
¿adónde va toda la sangre derramada?
Prévert, Lied vom Blut.