Nota sobre el autor

Philip K(indred) Dick (1928–1982) Escritor estadounidense, una de las dos o tres figuras de mayor relevancia en la ciencia ficción del siglo XX y autor que ha trascendido el género. Casi toda su vida la pasó en California, donde situó la mayor parte de su ficción literalmente, o desplazando los protocolos de la ciencia ficción a una pesadilla de la Costa del Pacífico. Cursó un año en la universidad de Berkeley, dirigió una tienda de discos y un programa de música clásica en una radio local; se casó en cinco ocasiones y tuvo tres hijos. De 1950 a 1970 produjo de una manera intensa y constante —circunstancia que se aclaró póstumamente con la publicación de diversas novelas escritas durante los primeros años de su carrera—. El orden en que escribió sus muchas novelas es importante a la hora de juzgar la relación entre éstas, por lo que en lo que sigue se indicarán las fechas relevantes.

Comenzó su carrera con historias breves de ficción para revistas —la primera publicada fue «Beyond Lies the Wub» (1952)— y en los siguientes años escribió historias cortas con una ironía y una idiosincrasia muy particular, algunas de las cuales fueron reunidas en A Handful of Darkness (escritas en 1952–4 y publicadas en 1955); en The Variable Man and Other Stories (escritas 1952–4 y publicadas en 1957) y en The Book of Philip K. Dick (escritas 1952–5 y publicadas en 1973). Todas estos relatos se reeditaron posteriormente en The Collected Stories of Philip K. Dick, cuyos primeros tres volúmenes y medio están dedicados a estos primeros años. Esta colección, que es definitiva, está compuesta por 5 títulos separados, de los cuales se publicaron 3, por parte de Martínez Roca, en nuestro país en los primeros noventa.

Algunas de las primeras novelas de Dick —The cosmic Puppets (escrita en 1953 y publicada por primera vez como A Glass of Darkness) y Dr Futurity (escrita en 1953 y ampliada del relato Time Pawn publicado en Thrilling Wonder Stories)— eran expansiones profesionales de historias de revista que revelan su tendencia hacia el hindsight; en la primera, muy interesante, vuelve un hombre a su ciudad natal que, superada por ilusiones manufacturadas, sirve como campo de batalla para dos fuerzas enfrentadas que portan las identidades de Ormazd y Ahriman (los principios opuestos de la cosmología Zoroástrica). La paranoia de PKD acerca de manipulaciones divinas de la realidad consensual marca un tema que repetirá obsesivamente de forma menos cruda, al igual que la confusión de humanos y simulacros mecánicos que se bosqueja en el segundo libro puede ser considerada una variante particular del mayor tema que surca su trabajo: la yuxtaposición de dos «niveles de realidad» —uno determinado «objetivamente», el otro, un mundo de apariencias impuestas a los personajes por varios propósitos y procedimientos.

Su primer libro publicado, Solar Lottery (en algunas ediciones World of Chance), impacta de inmediato; es una historia que pertenece, si no domina, a la categoría predominante en el principio de los 50 —la historia de la sociedad del futuro distorsionada por algún cúmulo de prioridades idiosincrásicas: en este caso la oportunidad social está gobernada por la lotería—. La trama de la novela recuerda a A.E. Van Vogt, y yuxtapone intrigas políticas con la utópica búsqueda de los discípulos de un excéntrico Mesías. Este interés en las figuras mesiánicas se encuentra por todo su trabajo como un importante tema subsidiario. Hay versiones de ella en The World Jones Made (escrito en 1954), y en su ciencia ficción de los 60.

Pero, tras escribir The World Jones Made, una calurosa Distopía autoritaria, Eye in the Sky (escrita en 1955); que sofistica la enferma realidad de su primera novela, y la rutinaria The Man who Japped (escrita en 1955) PKD comenzó un demasiado ambicioso —y totalmente infructuoso— intento de romper con la corriente del mercado literario. De este período surgen Mary and the Giant (escrita en 1953–5), The Broken Bubble (escrita en 1956), Puttering About in a Small Land (escrita en 1957), Confesions of a Crap Artist (escrita en 1959), The Man whose Teeth were All Exactly Alike (escrita en 1960) y Humpty Dumpty in Oakland (1960). Agraciadas, torcidas, vulnerables, pesimistas y sabias, son novelas sólo un poco inferiores a lo mejor de la intensa y selecta obra que desarrolló a continuación.

Time Out of Joint (escrita en 1958) es una novela puente: el personaje principal, que vive en un pacífico enclave de un mundo de bolsillo creado para él por una sociedad rota por la guerra para poder explotar sus talentos precognitivos, retiene el deseo y la capacidad para derrotar la ilusión y volver a ganar la realidad objetiva. En libros posteriores el autor se fascinó cada vez más con los varios mundos irreales que había creado. En el primero de éstos, el libro ganador del premio Hugo The Man in the High Castle (escrito en 1961), quizá su libro más conocido, los personajes viven en un mundo alternativo donde los Aliados perdieron la 2.ª Guerra Mundial; pero uno de ellos aprende del I–Ching que el mundo real —manifestado en el alterno en las páginas de una novela— es uno en el que los aliados ganaron (si bien no es nuestro mundo).

Tras la llegada de esta gran novela escribió, muy seguidamente, tres libros que juntos constituirían su mayor logro. Martian Time–Slip (escrita en 1962) crea un mundo irradiado por esquizofrénicas percepciones, y se mueve con espeluznante intensidad —e hilaridad— hacia un elegante y trascendente final; Dr. Bloodmoney, or How We Got Along After the Bomb (escrita en 1963), es la construcción más intrincada de todas sus novelas, con una estructura de la trama cuyas interconexiones y distintas capas que sirve de descripción del mundo —en este caso unos Estados Unidos de América post holocausto; The Three Stigmata of Palmer Eldritch (escrita en 1964), más extrema que cualquier otra de sus novelas, pero mucho más bella, habita los lugares en que lo real y la fantasía se interrelacionan: abastecedores de una droga alucinógena que hace la vida tolerable a los colonos marcianos encuentran la oposición del siniestro Eldritch, cuya nueva droga (descrita con reminiscencias a la Hostia Sagrada) sustituye a la realidad por entero.

La complejidad y estatura de estos cuatro libros fue quizás ahogada en los 60 al ser superadas en número por obras menos logradas que estaban siendo compuestas o lanzadas al mercado al mismo tiempo —We Can Build You (escrita en 1962 y publicada en 1969 como «A. Lincoln, Simulacrum»), The Game–Players of Titan (escrita en 1963), The Simulacra (escrita en 1963), Now Wait for Last Year (escrita en 1963), Clans of the Alphane Moon (escrita en 1963–4), The Crack in Space (escrita en 1963–4), The Zap Gun (escrita en 1964), The Penultimate Truth (escrita en 1964), The Teleported Man (escrita en 1964–5) y Counter–Clock World (escrita en 1965)—. Ninguna de sus historias cuaja bien en el final —si bien ocurren muchas cosas de considerable interés— y a ninguna le faltan momentos de extraordinariamente cultural y psicológica intuición, en ocasiones presentados con un lenguaje familiar al largo repertorio de estados mentales accesibles a través del uso de drogas. Fue con una novela tardía, A Scanner Darkly (escrita en 1973) cuando pudo explorar las implicaciones humanas más negativas de tomar drogas, aunque lo hizo con una vehemencia casi alucinada.

En su siguiente novela de importancia, Do Androids Dream of Electric Sheep? (escrita en 1966 y reimpresa como Blade Runner en 1982), rodada en 1982 por Ridley Scott como Blade Runner, efectivamente llegó al clímax de la serie de novelas en las que simulacros mecánicos de seres humanos —alguna veces eminentes— figuran como agentes de ilusión. En esta historia, que fue más conocida gracias a la película, se comercian androides animales para ayudar a expiar el sentimiento de culpa que sufre la gente debido a que los reales han sido virtualmente eliminados; simultáneamente el protagonista ha de cazar androides ilegalmente importados de Marte. Haciéndolo aprende que el nuevo Mesías de la sociedad puede ser también falso; y que las vistas de decadencia e impostura pueden de hecho reflejar su propia condición. Como en muchos de sus mejores libros —como Martian–Time Slip, Dr. Bloodmoney y The Three Stigmata of Palmer Eldricth— la historia se desarrolla en un entorno exhausto, con una pequeña población que existe en un mundo abandonado.

Un mundo que se encoge se intensifica en una de sus últimas obras geniales (para muchos la mejor): Ubik (escrita en 1966), que describe la creación de un mundo subjetivo por un grupo de personas que murieron en un accidente y que fueron devueltas a una especie de estado de consciencia por una máquina preservadora, aunque cualquier determinación de lo que es real en el libro se convierte en una labor extremadamente problemática.

Otro brillante hito en su carrera es A Maze of Death (escrita en 1968), un ejercicio de teología envenenado de desolación que ha sido descrito como uno de sus mejores trabajos.

A partir de este punto de su vida, las cuestiones metafísicas comenzaron a dominar. Galactic Pot–Healer (escrita en 1967–8; 1969) comienza casi como una parodia, pero pronto se ve envuelta en cuestiones de predeterminación y conflicto dualista entre la oscuridad y la luz. Los asuntos teológicos también son capitales en la novela corta «Faith of Our Fathers» (1967) y en Our Friends from Frolix 8 (escrita en 1968).

Al comienzo de los 70, la teología fue gradualmente absorbida en la vida de PKD en episodios de paranoia y epifanía, llegando al clímax en una experiencia religiosa en marzo del 74 a la que dedicó gran parte de lo que le restaba de vida analizándola como una forma de «Exégesis», de la que una pequeña porción ha sido publicada como Cosmogonía y Cosmología (escrita en 1978); una gran selección de este material ha sido reunido como In Pursuit of VALIS: Selections from the Exegesis (1991). Tanto The Selected Letters of Philip K. Dick: 1974 (publicada en 1991) y «The Selected Letters of Philip K. Dick: 1975–79» (publicada en 1992) se centran en el mismo material; y hay 4 volúmenes más en proyecto.

Y, tras 20 años, el flujo de novelas se convirtió en intermitente. Flow My Tears, the Policeman Said (escrita en 1970–73), que ganó el John W. Campbell Award, que mayormente halla de nuevo terreno antiguo. Le siguió una bastante insatisfactoria colaboración con Roger Zelazny, Deus Irae (escrita en 1964–75). Radio Free Albemuth (escrita en 1976), que empezó a tratar en términos de ficción «saludable» con el material de la Exegesis, fue publicado póstumamente.

Esta última novela es, de todos modos, una especie de esbozo del mejor libro de sus últimos años, Valis (escrita en 1978); un frágil pero profundamente valiente auto–análisis —él es dos personajes en la novela, un hombre que está enfadado y otro que no— conducido dentro del marco de trabajo de una larga búsqueda tras la estructura del significado, el Vast Active Living Intelligence System (Vasto Sistema de Inteligencia Viviente Activa). The Divine Invasion (escrita en 1980) y The Transmigration of Timothy Archer (escrita en 1981), que fueron compiladas junto a su predecesora como The VALIS Trilogy (como tomo en 1989), comparten obsesivos patrones de búsqueda, pero poco más. Eran los libros de un autor terminado, en todos los sentidos.

El Philip K. Dick del principio perdía con frecuencia el control de su material en ocurrentes laberintos y, desviado de la idea principal, era incapaz de llegar a resolución alguna; pero, cuando encontraba la inspiración, era brillantemente inventivo ganando el acceso a reinos imaginativos a los que ningún otro autor de ciencia ficción había podido llegar. Su simpatía por la condición de sus personajes —con frecuencia lejos de ser heroicos, sino pequeños, gente ordinaria atrapada por difíciles circunstancias de su existencia— era indefectible, y su trabajo tenía un interés humano ausente en escritores atados a la complejidad y los rodeos por propio interés. Hasta los terrores metafísicos más peligrosos de sus mejores novelas portaban un rostro humano vulnerable y quejumbroso.

En todo su trabajo era sorprendentemente íntimo, exponiéndose a sí mismo, y muy peligroso. Era el escritor de ficción especulativa más ameno de su tiempo, y probablemente el más terrorífico. Sus miedos eran los nuestros, expresados de un modo que nunca hubiéramos conseguido.

Acerca del autor: La literatura sobre Philip K. Dick en inglés, es enorme y crece a diario. Estos son sólo unos pocos volúmenes representativos: Philip K. Dick: Electric Shepherd (antología de 1975) editada por Bruce Gilespie; Science–Flction Studies, Marzo 1975 y Julio 1988, 2 números especiales dedicados a PKD; The Novels of Philip K. Dick (1984) por Kim Stanley Robinson; Only Apparently Real: The World of Philip K. Dick (1986) por Paul Williams; Mind in Motion: The Science Fiction of Philip K. Dick (1987) por Patricia Warrick; To The High Castle: Philip K. Dick: A Life 1928–1962 (1989) por Gregg Rickman; Divine Invasions: A Life of Philip K. Dick (1989) por Lawrence Sutin, quizá los estudios biográficos más claros; Philip Kindred Dick, Metaphysical Conjurer: A Working Bibliography (última edición de 1990) por Gordon Benson Jr y Phil Stephensen–Payne.