Agradecimientos

AGRADECIMIENTOS

Gracias a la familia de mi esposa Antonia por sus testimonios y sus recuerdos; muchos de ellos forman parte de esta novela, que habla de su historia y de la de tantos otros, sobre todo en su comienzo. Gracias a las personas que en mi infancia, adolescencia y primera juventud, trabajando en la constructora en la que conocí a decenas de emigrantes, contribuyeron sin saberlo a crear a los personajes de la novela casi cincuenta años después. Mi respeto a todos ellos, y hacia algunos un cariño muy especial, como es el caso de Eutiquio Flores, protagonista del tocomocho en mi lugar de trabajo, y cuya anécdota he recuperado para la historia de Antonio lo mismo que la muerte de aquel chico, de nombre lamentablemente olvidado, que se mató en una de nuestras construcciones.

Gracias asimismo a mi «garganta profunda», Francisco González Ledesma, y a Victoria Alonso, Lucía Sánchez, Carmen Sánchez, Ginés Sánchez, Antonio Gutiérrez García, pero especialmente a Úrsula Sánchez, que además me ha facilitado todo lo que guardó de aquella época, desde sus contratos de trabajo en la Hispano Olivetti hasta sus cartillas de racionamiento y otros documentos. Por último, mi gratitud también a Deborah Blackman e Isabel Martí.

Como colofón, mi respeto y homenaje más sincero a los presos de las cárceles de Franco, que salieron de ellas en 1952 y recuperaron la vida, aunque no la libertad.

Barcelona, Isla de San Andrés, Vallirana,

abril-junio de 2010