Adicta a Scott nunca habría llegado a ser lo que es sin el apoyo y la ayuda de muchas personas:
Mi familia, que siempre está a mi lado en todas mis aventuras, por disparatadas que éstas sean. (Tú también vas en el paquete, Bombón).
Mis lectores, por mandarme esos cálidos mensajes que me animan a publicar mis novelas y no guardármelas para mí.
Esther Escoriza, por darme esta gran oportunidad y proporcionarme muy buenas ideas para el resumen del libro… y una magnífica portada. Nadie habría encontrado una mejor.
Mis abuelos, por enseñarme el significado del amor verdadero a través de sus continuas muestras de cariño.
Gracias a todos.