[1] Hoja informativa del McLean Hospital (http://www.mcleanhospital.org/PublicAffairs/boys1998.htm), 4 de junio de 1998. <<
[2] Ibíd. (En el estudio así como en la nota de prensa de McLean, la palabra «saludable», cuando se refiere a los chicos, va, invariablemente, encerrada entre irónicas comillas alarmantes.). <<
[3] William Pollack, Comprender y ayudara los chicos de hoy: cómo potenciar las cualidades de los futuros adultos (Barcelona: Amat Editorial, 2002). <<
[4] http://www.williampollack.com/talks.html, 12 de julio de 1999. <<
[5] William Pollack, «Listening to Boys' Voices», 22 de mayo de 1998, p. 28. (Disponible a través del McLean Hospital Public Affairs Office, Belmont, Massachusetts.). <<
[6] Nota de prensa del McLean Hospital, p. 2. <<
[7] Pollack, «Listening to Boys' Voices», p. 24. <<
[8] Ibíd., p. 10. <<
[9] Ibíd. «King & King's Sex Role Egalitarian Scale». <<
[10] Ibíd., p. 9. <<
[11] Ibíd., p. 17. <<
[12] Ibíd., p. 18. <<
[13] American Psychiatric Association, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 4ta. ed. (Washington, D.C.: American Psychiatric Association, 1994), pp. 111-112. Para una excelente crítica del trabajo de Pollack sobre los chicos, ver el artículo de Gwen Broude, «Boys Will Be Boys», Public Interest 136 (verano 1999), pp. 3-17. Fue el artículo de Broudel que me llamó la atención hacia el DSM-IV sobre la ansiedad de la separación. <<
[14] Nota de prensa, McLean Hospital, p. 2. <<
[15] Pollack, «Listening to Boys' Voices», p. 11. <<
[16] Russell D. Clark y Elaine Hatfield, «Gender Differences in Receptivity to Sexual Offers», Journal of Psychology and Human Sexuality 2, (1989), pp. 39-55). <<
[17] «Harvard and Yale Restric Use of Their Names», Associated Press, 13 de octubre de 1998. Ver, también, http://nytimes.com/library/national/science. <<
[18] Megan Rosenfeld, «Reexamining the Plight of Young Males», Washington Post, 5 de marzo de 1998, p. A1. <<
[19] Barbara Kantrowitz y Claudia Kalb, «Boys Will Be Boys», Newsweek, 11 de mayo de 1998, p. 57. Ver, también, http://www.nytimes.com/library/national/science. <<
[20] «The Difference Between Boys and Girls: Why Boys Hide Their Emotions», ABC, 5 de junio de 1998. <<
[21] Tom Duffy, «Behind the Silence», People, 21 de septiembre de 1998, p. 175. <<
[22] Saturday Today, 28 de marzo de 1998. <<
[23] FBI Uniform Crime Report (http://www.fbi.gov/ucr/Cius_97/97crime/97crime.pdf). Ver, también, U.S. Department of Justice, Juvenile Offenders and Victims: A National Report (Washington, D.C.: U.S. Department of Justice, 1995). <<
[24] Algunos pasajes del libro demuestran que Pollack tiene una genuina comprensión de las necesidades de los chicos. Hay, por ejemplo, una excelente discusión sobre la forma en que nuestras escuelas descuidan a los chicos a favor de las chicas. Anota que nuestras «escuelas coeducacionales… han evolucionado hacia instituciones que son mejores en satisfacer las necesidades de las chicas que las de los chicos… no ofreciendo la clase de actividades de clase que ayudaría a la mayoría de los chicos a mejorar». Desafortunadamente, tales pasajes son raros. La mayor parte de su libro es acerca de la cultura masculina que está dañando a los chicos, así como daña a las chicas. La desmoralización de las chicas es el paradigma. Aun cuando está señalando que nuestras escuelas están injustamente descuidando a los chicos, Pollack trata a las chicas como las víctimas olvidadas de nuestra cultura, añadiendo solo que «los chicos adolescentes, tanto como las chicas adolescentes, están sufriendo una crisis de autoestima» (énfasis en el original) (p. 239). <<
[25] Pollack, Real Boys, p. 6. <<
[26] Ver, por ejemplo, Anne C. Petersen et al, «Depression in Adolescence», American Psychologist 48, n° 2 (Febrero de 1993), p. 155; y Daniel Offer y Kimberly A. Schonert-Reichl «Debunking the Myths of Adolescence: Findings from Recent Research», Journal of American Adolescent Psychiatry 31, n° 6 (Noviembre de 1992), pp. 1003-14. Ver también apunte sobre «Separation Anxiety Disorder», en Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 4to ed., p. 112. <<
[27] Susan Faludi, Stiffed: The Betrayal of the American Male (New York: Morrow, 1999). <<
[28] Ibíd., p. 358. <<
[29] Ibíd., p. 9. <<
[30] Ibíd., p. 39. <<
[31] David Myers y Ed Diener, «Who is Happy?», Psychological Science 6, n° 1 (enero de 1995), p. 14. Para datos del National Opinión Research Center, ver http://www.icpsr.umich.edu/gss99. <<
[32] Faludi, Stiffed, p. 27. <<
[33] Ibíd., p. 6. Regier es uno de los investigadores citados en la nota al pie de apoyo de Faludi (p. 612, nota al pie 5). <<
[34] DSM-IV la oficina pública de referencia de la American Psychiatric Association, informa que la prevalencia de la depresión clínica entre hombre es del 2 al 3%. <<
[35] Jim Windolf, «A Nation of Nuts», Wall Street Journal, 22 de octubre de 1997. <<
[36] Pat Sebranek y Dave Kemper, Write Source 2000 Teacher's Guide (Burlington, Wis.: The Write Source/D.C. Health, 1995), p. 70. En 1999, en una entrevista, uno de los escritores, Dave Kemper, me dijo que en futuras ediciones la mayoría de las preguntas de «sentimiento» y ejercicios de autoestima serían eliminadas. <<
[37] Jack Levin y Amold Arluke, «An Exploratory Analysis of Sex Differences in Gossip», Sex Roles 12 (1985), pp. 281-285. <<
[38] Diane McGuinness y John Symonds, «Sex Differences in Choice Behavior: The Object-Person Dimensión», Perception 6, n° 6 (1977), pp. 691-694. <<
[39] Ver, por ejemplo, Leslie Brody y Judit Hall, «Gender and Emotion», en Handbook of Emotions, ed. Michael Lewis y Jeannette Haviland (New York: Guilford, 1993), p. 452. <<
[40] Jane Bybee, «Repress Yourself», Pychology Today, septiembre-octubre 1997, p. 12. Ver, también, Jane Bybee, «Is Repression Adaptive?: Relationships to Socioemotional Adjustment, Academic Performance, and Self-Image», American Journal of Orthopsychiatry 6, n° 1 (enero 1997), pp. 59-69. <<
[41] Emily Nussbaum, «Good Grief: The Case for Repression», Lingua Franca, octubre de 1997, p. 49. <<
[42] George Bonanno, «When Avoiding Unpleasant Emotions Might Not Be Such a Bad Thing: Verbal-Autonomic Response Dissociation and Midlife Conjugal Bereavement», Journal of Personality and Social Psychology 69, n° 5 (1995), pp. 975-89. <<
[43] Hanna Kaminer y Peretz Lavie, «Sleep and Dreams in Well-Adjusted and Less Adjusted Holocaust Survivors», in Handbook of Bereavement: Theory Research and Intervention, ed. Margaret S. Stroebe, W. Stroebe, y R. Hanson (Cambridge: Cambridge University Press, 1993), p. 345. <<
[44] Ibíd. <<
[45] Pollack, Comprender y ayudara los chicos de hoy. <<
[46] Fay Weldon, «Where Women Are Women and So Are Men», Harper's Magazine, mayo de 1998, p. 66. <<
[47] Al final de uno de sus últimos libros, Civilization and Its Discontents, Freud advierte severamente a sus seguidores a resistir la tentación de hablar de grupos enteros sufriendo neurosis traída por «la cultura». Cualesquiera que sean sus inconvenientes como diagnóstico y técnica terapéutica, la psicología freudiana no debería ser tachada por la forma en que Pipher, Gilligan y Pollack buscan atribuir patologías a nuestros niños. Freud reconoce que en importantes puntos de vista el desarrollo de la civilización muestra similitudes con el desarrollo de los individuos. Y destaca la tentación de decir «que, bajo la influencia de urgencias culturales, algunas civilizaciones o algunas épocas de la civilización —posiblemente la totalidad de la humanidad— se han convertido en ‘neuróticos’». Pero advierte «que es peligroso, no solo con los hombres, sino con los conceptos (tales como neurosis), sacarlos de la esfera donde se originaron y han evolucionado». Freud hasta predijo que «un día alguien se aventurará a embarcarse en una patología de comunidades culturales» usando conceptos psicoanalíticos. Aunque él había inventado el psicoanálisis, deploraba el día en que sería utilizado de esa manera. <<
[48] Nussbaum, «Good Grief», p. 49. <<
[49] Citado en Sharon Begley, «You're O.K., I'm Terrific: ‘Self-Esteem’ Backfires», Newsweek, 13 de julio de 1998, p. 69. Ver, también, Roy F. Baumeister, Laura Smart y Joseph Boden, «Relation of Threatened Egotism to Violence and Aggression: The Dark Side of High Self-Esteem», Psychological Review 103, n° 1 (1996), pp. 5-33; y Kirk Johnson, «Self-Image is Suffering from Lack of Esteem», New York Times, 5 de mayo de 1998. <<
[50] John p. Hewitt, The Myth of Self-Esteem: Finding Happiness and Solving Problems in America (New York: St. Martin Press, 1998), p. 51. <<
[51] Ibíd., p. 85. <<