[1] Lo argumentamos en Manfred Linz, Jorge Riechmann y Joaquim Sempere: Vivir (bien) con menos. Sobre suficiencia y sostenibilidad, Icaria, Barcelona, 2007. <<
[2] IPCC: The Science of Climate Change, Cambridge University Press, Cambridge, 1996. <<
[3] Silvia Romeu, «Salvemos el Ártico», El País Semanal, 2 de septiembre de 2012. <<
[4] He desarrollado cierta reflexión sobre la naturaleza humana en Jorge Riechmann, «Acerca de la condición humana», capítulo 4 de Interdependientes y ecodependientes, Proteus, Barcelona 2012. <<
[5] Remito aquí mi ensayo Biomímesis, Los Libros de la Catarata, Madrid 2006. <<
[6] Remito a un artículo en Science del 22 de julio de 2011, obra de investigadores daneses y holandeses: «Atmospheric carbon injection linked to end-Triassic mass extinction», por Micha Ruhl, Nina R. Bonis, Gert-Jan Reichart, Jaap S. Sinninghe Damsté y Wolfram M. Kürschner, vol. 333, n°6041, p. 430-434. <<
[7] IPCC:Jane King y Malcolm Slesser, No sólo de dinero… La economía que precisa la Naturaleza, Icaria, Barcelona, 2006, p. 54. <<
[8] Jane King y Malcolm Slesser, op. cit., p. 56. <<
[9] Lonnie G. Thompson y otros: «Abrupt tropical climate change: Past and present». Proceedings of the National Academy of Sciences, 11 de julio de 2006, vol. 103, n°28, 2006. Puede accederse al mismo en http://www.pnas.org/cgi/content/abstract/103/28/10536. <<
[10] Puede seguirse a este neuroinvestigador en www.peterwhybrow.com. <<
[11] En realidad, un modelo más preciso hablaría de tres partes del cerebro: archi-córtex o «cerebro reptiliano», paleocórtex o «cerebro paleomamífero» y neo-córtex o «cerebro mamífero avanzado». El primero sería el cerebro instintivo; el segundo el cerebro emocional; el tercero el cerebro racional. Véase José María Bermúdez de Castro: La evolución del talento. Cómo nuestros orígenes determinan nuestro presente, Debolsillo, Barcelona, 2011, p. 95-98. <<
[12] Karen Armstrong, Doce pasos hacia una vida compasiva, Paidós, Barcelona, 2011, p. 23. <<
[13] David W. Orr, «¿Para qué sirve ahora la educación superior? » , en Worldwatch Institute: La situación del mundo 2010. Cambio cultural: del consumismo a la sostenibilidad, Icaria, Barcelona, 2010, p. 156. <<
[14] Santiago Gamboa: «Colombia: Chéjov versus Shakespeare», El País, 9 de septiembre de 2012. <<
[15] Encontramos esta formulación en muchos lugares de la obra de Castoriadis. Por ejemplo, en Cornelius Castoriadis y Daniel Cohn-Bendit, De la ecología a la autonomía, Mascarón, Barcelona 1982, p. 18. <<
[16] Jorge Riechmann, «Hacia una teoría de la racionalidad ecológica», capítulo 2 de La habitación de Pascal, Los Libros de la Catarata, Madrid 2009. <<
[17] Walter Benjamin, Dirección única, Alfaguara, Madrid 1987, p. 97. <<
[18] Por lo demás, podemos rastrearla también en un famoso pasaje del libro tercero del Capital de Marx: ahí el pensador de Tréveris no define el socialismo como dominación humana sobre la naturaleza, sino más bien como control sobre el metabolismo entre sociedad y naturaleza, regulación consciente de los intercambios materiales entre seres humanos y naturaleza. En la esfera de la producción material, dice Marx, «la única libertad posible es la regulación racional, por parte del ser humano socializado, de los productores asociados, de su metabolismo [Stoffwechsel] con la naturaleza; que lo controlen juntos en lugar de ser dominados por él como por un poder ciego». Citado por Michael Lówy en Ecosocialismo, El Colectivo / Ediciones Herramienta, Buenos Aires 2011, p. 73. <<
[19] Habría que tener aquí en cuenta la ambivalencia del concepto, que señaló Spinoza, sobre la que no se puede insistir demasiado: poder como capacidad frente a poder como dominación. Spinoza en su Tractatus politicus (1677, capítulo 2: «Del derecho natural») establece la importante diferencia entre las palabras latinas potentia y potestas. Potentia significa el poder de las cosas en la naturaleza, incluidas las personas, «de existir y actuar». Potestas se utiliza en cambio cuando se habla de un ser en poder de otro. (En alemán, la pareja de conceptos Macht/ Herrschaft capta la distinción: se ve bien en Max Weber.) Tenemos entonces potentia como «poder para», poder en cuanto capacidad. Y potestas en cuanto «poder sobre otros», poder en cuanto dominación. El primero es más originario que el segundo. Puede verse al respecto también Jorge Riechmann, ¿Cómo vivir? Acerca de la vida buena, Los Libros de la Catarata, Madrid 2011, p. 33-35. <<
[20] Véase al respecto Serge-Christophe Kolm, Le bonheur-liberté. Bouddhisme profond et modernité, PUF, París 1982. Así como Julian Baggini, La trampa del ego, Paidós, Barcelona 2011. <<
[21] Manuel Sacristán: MARX. (Máximas, aforismos y reflexiones con algunas variables libres), edición de Salvador López Amal, Los Libros del Viejo Topo, Barcelona 2003, sección I, aforismo 16. <<
[22] José Miguel Grandal López, «Plan B en Marte», El País Semanal, 2 de septiembre de 2012. <<
[23] Mi propuesta en Jorge Riechmann, El socialismo puede llegar sólo en bicicleta, Los Libros de la Catarata, Madrid 2012. <<
[24] Y que, en lo que a consecuencias del calentamiento climático se refiere, ha cartografiado Harald Weltzer en ese libro imprescindible que es Guerras climáticas. Por qué mataremos (y nos matarán) en el siglo XXI, Katz, Buenos Aires/ Madrid 2011. <<