Justificación y agradecimientos

Estaba en el aire tiene su origen en las historias de empresa y de vida social barcelonesa que escuchaba en casa durante mi infancia y adolescencia. Al reconstruir algunas de ellas, el punto de partida ha quedado a menudo tan lejano que hizo necesaria una amplia intervención de la fantasía sobre su ya muy difuminada realidad.

Pero otras tienen una base muy concreta. El programa Rinomicina le busca. Barcelona llama a España se emitió entre otoño de 1960 y primavera de 1962 a través de la red de emisoras que se cita en esta novela. Enrique Rubio lo dirigía y presentaba, y mi padre, José Luis Vila-San-Juan, era el supervisor por parte de la empresa patrocinadora. Aunque muy inicialmente inspirados por ellos, los personajes de Luis Rupérez y Juan Ignacio Varela son, en su plasmación de este libro, figuras completamente imaginarias, como también los restantes protagonistas. En cuanto a los casos del programa, muchos son verídicos, pero otros han sufrido las transformaciones a que obliga el ejercicio de la ficción. He utilizado y en varios casos reelaborado textos originariamente aparecidos en la revista Por Qué.

A mi mujer, Mey, tengo que agradecer las buenas sugerencias, el estímulo y la paciencia durante la redacción de este libro, así como la inapreciable ayuda —y el decirme la verdad— en las revisiones finales. Y sobre todo, el amor que no flaquea.

A mi hermana Begoña; a mi tía Magda Robert, y a mi tía Cristina Sagnier, que nos dejó por el camino, su auxilio para reconstruir los paisajes urbanos de la niñez. A Morrosko, el soporte audiovisual. A Mercedes y José Zamora, el apoyo permanente. Un recuerdo emocionado a Lucinda Fernández, también fallecida después de acabado este libro.

A Jaime Arias, Artur Ramon, Ignacio Elguero, Javier Hernández, Joan Armengol, Jorge VidalQuadras, Antoni Batista, Francisco Daurella, Jaume V. Aroca, Suso Pérez, Isabel Segura, Carmen García Lecha y el doctor Antoni Porta, que me ayudaron a precisar ciertos datos de la obra. A Lilian Neuman, Julià Guillamon y Deborah Fernández, la lectura atenta.

Me han sido especialmente útiles la exposición sobre la historia de la Seat Ja tenim 600! La represa sense democràcia, en el Museo d’Història de Barcelona, el documental de Sara Grimal y Alonso Carnicer Barraques, la ciutat oblidada, y el blog de temas ciudadanos Barcelofilia.

Agradezco a los responsables de la Biblioteca del Col·legi d’Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona, y del Arxiu Històric de Barcelona, las facilidades que me han dado para mi trabajo en esta novela.

He movido algunas fechas para condensar los acontecimientos relatados; ciertos establecimientos se han inaugurado un poco antes de la fecha real de apertura o han prolongado el tiempo de su vida para facilitar el desarrollo de la trama.