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Al comisario Balandra lo llaman Flores, por el hábito que tiene de enviarlas al entierro de sus víctimas. Lascano lo observa entrando con su andar paranoico.

¿Para qué querías verme?

Flores lo mira con desconfianza. Lascano sonríe.

Tengo algo para vos. Perro, nosotros nunca fuimos amigos, ni siquiera nos caemos bien. Concuerdo, pero igual te voy a pasar un dato, a lo mejor te ganás una medalla. Mirá, yo sé que fuiste vos el que montó el circo en la casa de Miranda.

Lascano no puede evitar reír.

Eso sí que estuvo divertido. Vos te habrás divertido, pero yo quedé como un pelotudo. Cosas que pasan. Esa todavía no te la perdoné. Bueno, para que se te pase la bronca te traigo a un criminal atado de pies y manos. Lo detenés y te vas a hacer declaraciones a la prensa con tu uniforme de gala. ¿No me estarás mandando a una ratonera, no? No es mi estilo.

Los ojos de Flores revelan una mezcla de recelo y curiosidad.

A ver, ¿de qué se trata? ¿Sabés quién es Rocha? ¿El Pardo? Sí. Lo conozco bien. Sé cómo ubicarlo. ¿Y? Te doy detalles sobre tres muertes de las que se ocupó en Mar del Plata, además de las otras causas que tiene abiertas. ¿Qué te parece? Continuá. De paso te entrego a otro. ¿Quién? Su jefe, la Momia. ¿Quién es? Un cajetilla, se llama Abeledo Perret. A ese no lo conozco. Hasta ahora está limpio. Es millonario, a lo mejor hasta le sacás un peso. ¿Y cómo lo engancho? Ahí vas a tener que trabajar un poco, si lo investigás le vas a encontrar los dedos en el negocio de la prostitución, algunas puntas te puedo tirar. ¿Y vos por qué hacés esto? Por venganza, la viene cagando a una prima mía desde hace años. ¿Por qué a mí? Mirá, Abeledo es un reverendo hijo de puta. Para tratar con un hijo de puta, nadie mejor que otro hijo de puta.

Flores se pone serio.

¿Me estás llamando hijo de puta? Cariñosamente. Algún día me las vas a pagar todas juntas, Perro. Flores, te estoy tirando un negocio de los que a vos te gustan. Este Abeledo tiene más guita que Menem, y vos sabés cómo sacársela. El tipo está metido hasta las manos en asuntos turbios. En vez de amenazarme deberías estar agradecido, pero si preferís conservar el rencor…

Lascano se pone de pie. Flores lo toma por el brazo.

A ver, cómo es la cosa.

Lascano pone un sobre encima de la mesa.

Acá tenés todo lo que sé. Fotos, cómplices, lugares que frecuenta, dirección, la matrícula de su auto…, lo único que falta es un análisis de orina. Con esto los mandás a los dos adentro con pitos y cadenas.

Flores saca los documentos y los ojea rápidamente.

¿Y vos que querés por esto? Ya te lo dije, venganza. Okey, dejámelo, tengo que pensar. Pensalo tranquilo. Una cosa más. ¿Qué? Un consejo, para que veas que en el fondo te quiero. Dale, me vas a hacer llorar. Abeledo está siempre con Rocha. No necesito decirte lo peligroso que es. Ni se te ocurra ir solo a apretarlo porque te va a dejar frío antes de que digas una sola palabra. No va a dudar un segundo en boletearte. Entendido. Hacé un arresto oficial, con todas las de la ley y con gente de respaldo. Una vez que los tengas adentro, negociá con Abeledo lo que le escribas en el sumario, pero ni un minuto antes. ¿Comprendido? Comprendido.