GLOSARIO

A posteriori: conocido mediante la experiencia, constatado empíricamente. Para saber que algunas cervezas saben bien, pero no te llenan, tienes que experimentar/soplarte al menos una cerveza que sepa bien pero no te llene. Remitirse a priori.

A priori: conocido antes de la experiencia. Por ejemplo, uno puede saber, antes de ver el espectáculo, que los concursantes de «Operación Triunfo» se consideran cantantes porque «Operación Triunfo» es un concurso de cantantes para gente que —por razones que sólo ellos saben— creen que son cantantes. Remitirse a posteriori.

Ding an sich: la cosa-en-sí, en tanto que opuesta a las representaciones sensoriales de la cosa. La idea consiste en que un objeto es más que la simple suma de todos sus datos sensoriales (por ejemplo, su aspecto, sonido, sabor, olor y sensación), y que existe una cosa-en-sí-misma más allá de todos esos datos sensoriales, que existe por separado. Algunos filósofos consideran que este concepto pertenece a la misma categoría que los unicornios y Santa Claus.

Emotivismo: la ética filosófica que defiende que los juicios morales no son verdaderos ni falsos, sino que expresan meramente nuestra aprobación o reprobación de una acción o un individuo que lleva a cabo una acción en particular o una serie de acciones. Según esta filosofía, la afirmación «Saddam es el artífice del mal», no significa más que «Saddam no es mi tipo. No sé, pero es un tío que nunca me ha hecho tilín».

Empirismo: la opinión de que la experiencia, particularmente la experiencia sensorial, es la principal —o única— vía hacia el conocimiento. «¿Cómo sabes que los unicornios existen?». «¡Pues porque acabo de ver uno en el jardín!». Bien, pues eso es un caso extremo de empirismo. Remitirse a racionalismo.

Esencialismo: la filosofía que defiende que los objetos tienen esencias, o cualidades esenciales, que pueden distinguirse de sus cualidades accidentales o no esenciales. Por ejemplo, una de las cualidades esenciales de un hombre casado es que tiene esposa (posiblemente una esposa masculina). Pero el hecho de que un hombre casado lleve alianza sólo es una cualidad accidental. Sigue estando casado aunque no la lleve, por más que su esposa pueda poner objeciones al respecto.

Ética deontológica: ética basada en la teoría de que la obligación moral se basa en el deber (del griego deon), considerablemente al margen de las consecuencias prácticas de las acciones. Por ejemplo, un líder político que cree que su principal deber consiste en proteger al público de los ataques terroristas puede argüir que, con el fin de cumplir con su deber, debe instalar micrófonos ocultos en los dormitorios de toda la población, independientemente de las consecuencias que eso tenga para tu vida sexual.

Existencialismo: escuela filosófica que pretende describir las verdaderas condiciones de nuestra existencia individual en tanto que humanos, en lugar de centrarse en las cualidades abstractas y universales del ser humano. La definición de Sartre es «La opinión de que la existencia precede a la esencia», lo que significa que el hecho primordial es nuestra existencia; nuestra esencia la creamos nosotros. Esto tiene profundas implicaciones para la ética existencialista, que nos conmina a vivir siempre «con autenticidad», plenamente conscientes de nuestra mortalidad y sin llamarnos a engaño acerca de nuestras opciones. En definitiva, el tipo de quebraderos de cabeza que se exploran mejor en una terraza parisina, frente un café y fumándose un cigarrillo, que ante una cinta transportadora en una factoría de Detroit.

Fenoménico: relativo a nuestra experiencia sensorial de los objetos. «Esto es un sombrero rojo» se refiere a nuestra experiencia sensorial de un objeto que parece rojo y se asemeja a un sombrero. La locución «¡Vaya, tu sombrero rojo es sensacional!» por otra parte, puede ser un «arenque rojo».[9] Remitirse a nouménico.

Fenomenología: método de investigación que intenta describir la realidad en tanto que percibida y comprendida por la conciencia humana y que está, por tanto, opuesto a la descripción científica, por decir algo. La fenomenología, por ejemplo, describe el fenómeno del «tiempo vivido», o el tiempo tal como lo hemos experimentado, comparado con el «tiempo transcurrido en el reloj». En la película Manhattan, cuando Woody Allen dice: «Apenas hacemos el amor, sólo dos veces por semana», está expresando «el tiempo vivido»; lo mismo cabe decir cuando su esposa en la ficción declara: «Él siempre tiene ganas de hacer el amor, ¡como unas dos veces por semana!».

Imperativo categórico supremo: el principio moral prioritario de Immanuel Kant que dicta que uno debe actuar únicamente de acuerdo a esas máximas que aspira se conviertan en ley universal. Es una especie de regla de oro con diéresis, pero no del todo.

Juicio analítico: afirmación que es verdadera por definición. Por ejemplo, «Todos los patos son aves» es una afirmación analítica porque lo que entendemos por «pato» lleva implícito que pertenece a la familia de las aves. Por otra parte «Todas las aves son patos» no es analítica porque la patidad no forma parte de la definición de «ave». Obviamente, «Todos los patos son patos» es analítica, igual que lo es «Todas las aves son aves». Resulta alentador constatar la ayuda práctica que la filosofía puede prestarle a otras disciplinas, tales como la ornitología. Remitirse a juicio sintético.

Juicio sintético: un juicio que no es verdadero por definición. Por ejemplo: «Yo, mamá, llevo botas militares» es un juicio sintético; añade información no incluida en la definición del término «Yo, mamá». También es cierto el corolario: «Yo Yo Ma lleva botas militares». Contrastar con juicio analítico.

Koan: en el budismo zen, acertijo que pretende sorprendernos y llevarnos a la iluminación súbita. Al parecer, la pregunta «¿Cómo suena una sola mano aplaudiendo?» lo consigue. «¿Cómo suenan dos manos aplaudiendo?» no lo consigue. Véase satori.

Lenguaje filosófico común: movimiento filosófico cuyo objeto consiste en comprender los conceptos filosóficos a partir del examen de su uso lingüístico común. Según los filósofos de esta escuela, el atolondramiento que provocan muchos de los temas que, durante milenios, han atolondrado mentalmente a los pensadores más sesudos, está en las ambigüedades y los errores lógicos inherentes a esos mismos temas. Con sus análisis, esos filósofos pusieron fin a la era de los atolondramientos.

Ley de la no contradicción: principio lógico de Aristóteles que afirma que una cosa no puede ser a y no a al mismo tiempo. Sería contradictorio en sí mismo decir: «Tus pantalones están ardiendo y, lo que es más, tus pantalones no están ardiendo». (Bajo estas circunstancias, y a pesar de la ley aristotélica, no estaría de más que les pegaras un manguerazo a dichos pantalones).

Lógica deductiva: razonamiento que procede a partir de un conjunto de premisas hasta una conclusión que se puede inferir lógicamente. La forma más básica de la lógica deductiva es el silogismo: «Todos los cómicos son filósofos; Larry, Moe y Curly son cómicos; por lo tanto, Larry, Moe y Curly son filósofos». Remitirse a lógica inductiva.

Lógica inductiva: el razonamiento que procede de los ejemplos específicos a una conclusión general más amplia que se puede inferir lógicamente a partir de esos ejemplos. Por ejemplo, nuestra observación de que hoy ha salido el sol, salió ayer, y de que nos consta que ha salido cada día hasta el presente, da pie a la conclusión de que el sol ha salido y seguirá saliendo cada día, aunque no quepa inferirlo lógicamente a partir de los ejemplos que conocemos. Nota: este ejemplo no funciona en el caso de que nuestro lector esté en el Polo Norte. Remitirse a lógica deductiva.

Nouménico: perteneciente a las cosas que son en sí mismas, en tanto que opuestas a cómo aparecen a nuestros sentidos. Véase ding an sich… pero, ahora que lo pensamos, no podéis verla, ¿a que no? Remitirse a fenoménico.

Paradoja: a) especie de razonamiento que utiliza una lógica aparentemente profunda y premisas aparentemente verdaderas y, sin embargo, tiene como resultado una contradicción; b) el diagnóstico de dos médicos tomados al azar.

Post hoc ergo propter hoc: falacia lógica que significa, literalmente, «después de esto, y por lo tanto debido a esto»; falacia que colige que, dado que a precede a b, debe ser causa de b. El libro Freakonomics señala montones de falacias como ésa, especialmente en el reino del parentesco. Un padre dice: «Mi niño es muy listo porque, cuando estaba en el útero, yo le ponía música de Mozart» cuando, en realidad, no existe correlación entre esas dos circunstancias. Lo más probable es que el niño sea listo porque sus padres escuchan a Mozart (es decir, son cultos y probablemente listos).

Pragmatismo: escuela filosófica que coloca el acento en la relación entre teoría y práctica. Por ejemplo, William James definía una buena teoría como aquella teoría que es útil, o que amplía nuestro conocimiento. A algunos la definición de James les parece útil; a otros no.

Racionalismo: sostiene que la razón es la principal —o única— vía hacia el conocimiento. Se suele oponer al empirismo, que defiende que la experiencia sensorial es la principal vía hacia la experiencia. Tradicionalmente, los racionalistas han preferido la razón porque los sentidos son notablemente poco fiables y el conocimiento basado en ellos es, por lo tanto, dudoso. Privilegian las afirmaciones de certidumbre inmediata a las que llega la razón tales como «Éste es el mejor de los mundos posibles». Ver para creer…

Retroceso infinito: argumento que sostiene que la explicación propuesta es insatisfactoria porque provoca la necesidad de una serie infinita de «explicaciones» como ésa. Por ejemplo, explicar la existencia del mundo postulando un «hacedor» suscita la cuestión de cómo explicar la existencia de dicho hacedor. Si se sugiere a otro hacedor, entonces «¿Quién hizo a ese hacedor?» y así una y otra vez, ad infinitum. O, ad náuseam, dependiendo de lo que vaya primero.

Satori: en el budismo zen, experiencia de iluminación por la que, de pronto, se contempla la verdadera naturaleza de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Parafraseando a los Red Hot Chili Peppers: «Si tienes que preguntar, es que no sabes».

Telos: objetivo intrínseco. El telos de una bellota es convertirse en un algarrobo. Asimismo, el telos de un licenciado de filosofía es una cátedra en la universidad de más prestigio de la zona. Ése es, en realidad, el objetivo intrínseco de él o ella, pese a que tiene muchas más posibilidades de acabar trabajando de cajero/a en un supermercado.

Utilitarismo: la filosofía moral que afirma que las buenas acciones son aquellas que acarrean un bien mayor a las personas afectadas que cualquier otra alternativa. La utilidad limitada de esta filosofía moral se pone en evidencia cuando intentas complacer a la vez a tu madre y a tu suegra en navidades.