UN CONTINENTE olvidado,

madera de la penumbra.

Tengo que restituirlo

a la luz que fue su cuna.

Ya no recuerdo cómo era,

de qué sustancia de luna.

No volví al reino perdido,

y no podré volver nunca.

Me sumo en la mar. Rescato

ráfagas de criaturas,

ráfagas de son humano,

criaturas de la lluvia,

ráfagas resucitadas,

infantilmente nocturnas.

Ráfagas, ráfagas, ráfagas

talladas en sombra pura.