Se habla mucho sobre la evolución en estos días. Los científicos parecen haber abrazado el tema como si fuera el Segundo Advenimiento de… bueno… la ciencia. Pero ¿adónde nos ha llevado? ¿Hemos de creer que solo porque descendemos de un ancestro común compartido con monos, perros, o lo que sea, entendemos mejor nuestra situación en esta Tierra que lo que lo haríamos sin una evolución que nos guiase? ¿La evolución va a hacer en algo mi vida más satisfactoria? ¿Puede la evolución poner comida en mi mesa? ¿Va a salvar a la Tierra del Calentamiento Global?
La respuesta a todo lo anterior es un gran No. ¿Y por qué es eso? Porque la evolución es tan útil como una puerta mosquitera en un submarino. Claro, los científicos se pasarán los días tratando de diseñar tal o cual prueba para demostrar que la evolución es una idea creíble, pero mientras solo sea una teoría nadie en el mundo real se la va a tomar en serio. Así que he decidido ponerme yo mismo a realizar esta tarea de descrédito para mostrar al mundo que los malos científicos, «no son todo lo que hay», como a los niños les gusta decir.
¿Qué es la evolución, sino el cambio gradual de las especies durante un largo tiempo como resultado de varias presiones selectivas, internas y externas? Mi abuelo, que es más viejo que la tos, ha pasado por eso. Según las litografías más antiguas, estaba de buen ver en sus tiempos, pero ahora, un siglo más tarde, después de años de beber duramente y trabajar en las minas, no tiene pelo y está hecho una pena. ¿Podría la evolución significar simplemente hacerse viejo? Le planteé esta pregunta a un amigo científico, que me explicó que el cambio tiene que tener lugar durante muchas generaciones. Podría pensar uno que los evolucionistas ya habrían explicado esto meridianamente, y admitir la corrección, pero la evolución me sigue sonando muy parecida a hacerse viejo, y no puedo dejar de pensar que aquí es donde los científicos evolucionistas gestaron por primera vez sus absurdas ideas.
Después de haber aclarado esta confusión tan habitual, vamos a pasar a la propuesta de la fuerza selectiva de la evolución, es decir, la selección natural. ¿Qué coño se supone que significa esto? ¿Existe la selección no natural? ¿Y quién está haciendo esa selección? Ninguna de estas preguntas podría contestarlas mi amigo el científico, así que me he visto obligado a abandonar a mi ahora examigo y llevar a cabo mi propia investigación. Lo que sigue es, empleando lo mejor de mis capacidades, lo que he sido capaz de descubrir sobre la evolución y la selección natural.
Al parecer, no hay una, sino dos formas de selección. Existe la selección natural y la selección sexual. Te dejo reflexionar sobre la segunda y más «sexy» forma de selección durante un minuto, por lo menos hasta que haya roto la primera en pedazos. Tendrás tiempo para masturbarte durante la lectura de mis pruebas, si es eso lo que te gusta.
Según los neo-darwinistas, la mayor parte de los cambios de la evolución se atribuyen a la selección natural, lo que significa que los individuos portadores de genes que se adapten mejor a su entorno dejarán más prole que los individuos portadores de genes que los hacen menos adaptables. Con el tiempo, estos rasgos más adaptativos proliferarán, alterando la composición genética de la población en general, ya que los individuos con mejor adaptación pasan más de sus propios genes a la siguiente generación. Es en este proceso, te explicarán los científicos, que se produjo el ornitorrinco, el pingüino, y el caniche, llevándonos a la conclusión de que los científicos son, sin duda, pura escoria. Si alguien me puede explicar las características de adaptación del pico del pato, entonces seguro que puede decirme por qué el ornitorrinco es el único mamífero en el planeta que lo tiene. ¿Hay ornitorrincos dedicados a congraciarse con las poblaciones de patos? ¿Tienen algo que ver con los otorrinolaringólogos? ¿Se creen simpáticos? ¿A santo de qué cojones tienen pico?
Me voy a tomar con calma lo de los científicos con el ornitorrinco, porque obviamente es una cuestión difícil, pero estoy seguro de que hay ahora mismo varios cientos de científicos ganándose su plaza fija en una búsqueda sin sentido sobre la importancia de la evolución de esta ridícula criatura. Me centro en el ornitorrinco para establecer una teoría alternativa de mi cosecha: el Monstruo Volador de Espagueti creó al ornitorrinco porque, al contrario que los científicos, Él sí tiene sentido del humor. Es una dudosa señal de Dios, pero hasta que nadie pruebe que estoy equivocado, esa es mi teoría.
A continuación ofreceré ejemplos más comunes y aburridos de la selección natural, que después pasaré a hacer papilla. Miremos el fascinante caso de las bacterias. Es bien conocido que los antibióticos se usan para curar varias enfermedades provocadas por las bacterias, y es igualmente bien conocido que la mayor parte de las bacterias (por ejemplo, los estafilococos)[6] terminan por desarrollar resistencias a esos antibióticos. Mirando un poco más de cerca el caso de los estafilococos, encontramos que en 1929 Sir Alexander Fleming[7] observó que las bacterias estafilococas se inhibían en una placa de agar contaminada por el hongo penicilium.[8] Sir Alexander Fleming, o «Tito-F», como le gustaba llamarlo la reina, aisló el penicilium para hacer penicilina, que terminaría por ser conocida como un fármaco maravilloso para muchas enfermedades, sobre todo las de transmisión sexual. Pero gradualmente la penicilina en su forma natural se volvió inútil. Los científicos les dirán que las bacterias, que se reproducen más rápidamente que las chinchillas en una fábrica de Viagra, con el tiempo acabaron por desarrollar una cepa de ellas mismas que era resistente a la penicilina creada naturalmente, y que en el proceso de selección natural se había llegado a esta cepa resistente para propagarse en la naturaleza. Es esta una mentira evidente, que masacraré dentro de un momento.
Si miramos a las bacterias que crean resistencias a los antibióticos, insectos que se hacen resistentes al DDT, o incluso el VIH que se hace resistente a los fármacos antivirales, vemos fascinados que hay una correlación entre «selección natural» y «resistencia». ¿Pero qué es lo que realmente estamos viendo? Yo sostengo que no están cambiando su dotación genética, sino que cambian de opinión. En resumen, se hacen más listos. Si ustedes me invitan a su casa y me dan de comer un sandwich nauseabundo dos días seguidos, al tercero me iré a un McDonald’s, así de simple. No dejen que los científicos, con sus nombres fálicos de bacterias, les digan lo contrario. No son tan listos como dicen ser, sin importar lo mucho que intenten hacer de menos a las así llamadas formas inferiores de vida.
Este otro ejemplo de selección natural debería conseguir que no se hable más de este asunto: los científicos han apuntado a que la «selección artificial» muestra que los humanos, proveyéndose de un conjunto de herramientas de selección, pueden mimetizar las fuerzas de la naturaleza. Vemos esto una vez tras otra en las acciones de los «criadores», que supuestamente han realizado enormes cambios en plantas y animales. Podemos señalar a las distintas razas de perros como ejemplo, pues se sostiene que todas las especies de perros tienen un mismo origen: el lobo ancestral. Se espera que nos creamos que de esta bestia feroz el propio hombre ha creado toda una variedad de especies, como esas bestias de cuatro patas que son el chihuahua, el perro salchicha y el bulldog, habiendo estado todos ellos con nosotros desde tiempo inmemorial. Este «mito» de la cría parece ser una forma de propaganda, posiblemente promovida por campañas anti Diseño Inteligente, aunque guardo cualquier disquisición sobre Diseño Inteligente para un capítulo posterior. ¿Cómo podemos creer esas pretensiones sobre «el mejor amigo del hombre» cuando es obvio para cualquier observador que cada raza ha sido colocada en el planeta con un propósito en concreto? Yo, por ejemplo, apuntaría al MEV como el creador de los perros, existen pruebas válidas de que Dios (si es que alguna vez se prueba que existe) podría haber tenido algo que ver en su creación. Después de todo, ¿no se supone que los pastores alemanes nos dan protección, incluso contra sus propios «ancestros», los lobos?[9] ¿Los caniches y chihuahuas no están en el mundo para hacernos sentir mejor con nosotros mismos? Pocas dudas deben quedar de que un creador inteligente puso a todas las especies sobre la tierra para servir al hombre. Y la evolución no fue inventada propiamente hasta finales del siglo XVIII. ¿Es ese tiempo suficiente para obtener un perro labrador de un lobo feroz? Yo creo que no.
Si no le convence esta explicación, considere este último ejemplo, que en este caso afecta a las plantas. Si miramos al repollo doméstico, el brécol, las berzas, la coliflor y las coles de Bruselas, ¿vamos a defender, incluso si se hubiesen originado de un antiguo repollo doméstico, que la selección, bien natural, artificial o lo que sea, no podría haberlo hecho mejor en los últimos miles de años? La respuesta está escrita en las caras de asquito de cada niño con una col de Bruselas en la boca. Un golpe más que recibe la Evolución.
¡Ni en un millón de años…!
Cualquier discusión sobre la Evolución terminará conduciendo hasta nosotros. Los humanos hemos estado por aquí desde que tenemos memoria, y aun así los evolucionistas les dirán que no es así. Les dirán que los humanos y chimpancés comparten un antepasado común de hace unos cinco millones de años, y que «divergieron» desde ese antepasado común y luego unos inventaron la lanzadera espacial mientras que otros inventaron «el palo». Para apoyar esta tesis, los científicos nos dicen que compartimos el 95 por ciento de nuestro ADN con los chimpancés, y, sin embargo, compartimos el 99,9 por ciento de nuestro ADN con los Piratas.[10]
Y yo les pregunto a ustedes, ¿cuál es más lógico que sea nuestro antepasado común? ¿Y no son los Piratas el Pueblo Elegido del MEV? ¿Por qué perdemos tanto tiempo hablando sobre algo que no ocurrió mientras el MEV hace oscilar Su Apéndice Tallarinesco justo frente a nuestras narices?
Una teoría más razonable.
Sin embargo, seguiré con esto un poco más, y examinaré el cuerpo humano, específicamente los órganos que han sido considerados «vestigiales», o inútiles, como resultado de haber perdido su función tras milenios de Evolución.
FALACIA: Estos dientes que aparecen en la etapa adulta se cree que sirvieron como superficies extra de masticación para el hombre primitivo, que, antes de la aparición de un correcto cuidado dental, solía haber perdido la mayor parte de los dientes a mediados de sus veinte años.[11]
HECHO: Es bien sabido que nuestros antepasados Piratas tenían una dieta mucho más dura y varonil que las actuales. Además, acostumbraban a llevar los cuchillos bien agarrados con la boca.[12] Es lógico, pues, que necesitasen dientes extra.
FALACIA: Los científicos creen que todos los humanos tenían pechos, o «ubres», allá por la Edad de Piedra.
HECHO: Los pezones masculinos servían a los Piratas como estaciones meteorológicas portátiles. Con los pezones eran capaces de determinar la dirección de los vientos alisios y, dependiendo de lo que se empitonasen, el frío en el exterior.
FALACIA: La propaganda evolucionista puede haberle hecho creer que la piel de gallina es una respuesta atávica e inútil, sea emocional o relativa al clima, que en su momento tenía por objeto erizar el pelo de nuestros ancestros haciéndolos parecer más grandes y amenazadores.
HECHO: La piel de gallina es una capacidad hábilmente disfrazada que permite una mayor flotabilidad a un Pirata que cae al agua helada. En cuanto se manifiesta, incrementa el área de superficie, y por tanto aumenta la flotabilidad. Esto hacía que los Piratas flotasen mejor, algo muy útil a nuestros ancestros, que a veces se encontraban sin barcos. Por supuesto, la piel de gallina parece ser un reflejo vestigial, pero en realidad es la sociedad la que ha cambiado.
FALACIA: Es el resto de un saquillo interno cuya función era fermentar las plantas de difícil digestión de la dieta de nuestros ancestros.
HECHO: El apéndice era un inteligente sistema de saquillo interno utilizado por los Piratas para esconder su oro. También es la inspiración para el dicho «ahora os vais a jiñar», con el que los Piratas exigían botín a los Piratas vencidos una vez habían abordado sus barcos.
FALACIA: Los evolucionistas afirman que el coxis, rabadilla o hueso del culo, que no tiene utilidad documentada, es un resto poco común de un hueso más largo que pudo haber formado parte de una cola ancestral, homóloga en funciones a la de otros primates.
HECHO: Humanos con cola… ¿Es que los científicos se drogan? ¿No podría haber servido el coxis para otras cosas? He realizado una cuidadosa investigación sobre este asunto, y comparado el coxis con otras poco habituales prominencias óseas en animales, y la bibliografía me ha conducido a una única y abrumadora conclusión. Muchos animales tienen cuernos en las cabezas, y no se piensa que sean los restos de una prominencia ósea más grande, probablemente porque, a diferencia del coxis, los cuernos tienen una utilidad en nuestros días. ¿Y si el sentido original del coxis simplemente hubiese quedado como inútil en la cultura del presente? Si examinamos el coxis en detalle vemos que esta prominencia ósea es muy similar, si piensas en ello, a un cuerno, estructura usada por muchos animales para luchar. Propongo, pues, que el coxis no es el vestigio de una cola ancestral, sino que es un efectivo, si bien colocado en un sitio algo raro, mecanismo de defensa y lucha.
Imagino que dos oponentes, luchando por una mujer o la posesión de una cueva, podrían correr el uno hacia el otro con el culo en pompa, de forma parecida a la que los ciervos luchan con sus cornamentas. He denominado esto «pelea de nalgas». Tiene sentido, si uno lo piensa, ya que te deja las manos libre para cargar con lo que fuera necesario, sobre todo comida o piedras.
Para abundar en la idea de que el coxis es un órgano para la lucha, y que algo del conocimiento sobre su utilidad ha sobrevivido culturalmente a través de los años, considere lo rápidamente que alguien huiría si usted corriese hacia atrás en dirección a él mostrándole el culo. Propongo que los que duden de esta hipótesis lo pongan en práctica, y embistan con el culo a cualquiera que vean en los próximos días.[13] Estoy seguro de que muchos, si no todos los objetivos, sentirán como mínimo mucho miedo. No veo otra explicación para que esto ocurra que la de que sabemos, inconscientemente, que el coxis es una arma, no una cola vestigial.
FALACIA: El genoma humano nos ofrece pruebas de que los humanos no fuimos creados ex nihilo,[14] sino que tuvimos que evolucionar por sistema, igual que todos los demás animales. Para probarlo, los científicos señalan a montones de ADN no funcional, que incluyen a numerosos «pseudogenes» que fueron funcionales en algunos de nuestros antepasados pero no en nosotros. Un caso frecuentemente citado es el de la síntesis de la vitamina C. Aunque todos los primates, humanos incluidos, poseen el gen responsable de la síntesis de la vitamina C, el gen está inactivo en todos los miembros de la familia primate menos en uno: el hombre. Los científicos señalan esto como prueba de nuestro linaje común, aunque no puedo imaginarme por qué.
HECHO: Los Piratas, nuestros ancestros, vivieron en los trópicos, y comían mucha fruta.
Por último, hablaré de la «selección sexual», como prometí anteriormente. El concepto básico detrás de la selección sexual es que el género de una especie, generalmente el femenino, escoge activamente a miembros del sexo opuesto con los que copular,[15] basándose en ciertos criterios, lo que ejerce una cierta presión selectiva en la especie como un todo. La selección sexual da razón del brillante plumaje de los pájaros macho, los impresionantes duelos rituales de carneros, ciervos, uatipís y otros ungulados,[16] y el alto porcentaje de Hummers conducidos por hombres feos y bajitos. En resumen, la selección sexual depende del éxito de ciertos individuos sobre otros del mismo sexo, mientras que la selección natural no es específica del género. Por el bien de la modernidad, propongo que el Congreso apruebe una ley proscribiendo esta práctica sexista y retrógrada.
Aunque he machacado la teoría de la evolución a lo largo de estas páginas, es importante establecer que hay un gran número de pruebas creíbles que apoyan la evolución. Nadie puede negar el registro fósil, que muestra una clara y gradual transformación de las especies con el tiempo (si bien con frustrantes lagunas, a lo que yo le pregunto a usted: ¿quién las ha puesto ahí?). Y ciertamente parece que hay fuerzas selectivas que se manifiestan en el mundo, como, por ejemplo, con los borrachos que cruzan las carreteras y son atropellados por los automóviles.
No decimos pues que no pueda existir la Evolución, sino solo que está guiada por Su Apéndice Tallarinesco. Y nuestra Espaguetideidad es extraordinariamente modesta. Por alguna razón, Él se ha molestado en grado sumo para hacernos creer que la evolución es cierta, ha enmascarado el prominente papel de los Piratas en nuestros orígenes, ha hecho que los monos parezcan más importantes de lo que son y en general se ha mantenido entre bambalinas sin llamar la atención.[17]
Sin embargo, a pesar de Su discreta actitud, que nadie dude de que la Iglesia del Monstruo Volador de Espagueti no es solo una religión emergente, sino que se sustenta también en la ciencia dura, lo que la constituye en la que probablemente sea la más incuestionable teoría verdadera puesta a consideración en la historia de la humanidad. Para reforzar mi idea voy a referirme al actual problema del calentamiento global.
Los Piratas, como ya sabrá el lector, son Su Pueblo Elegido, aunque su número ha ido menguando desde el siglo XVIII. En consecuencia, encontramos que el calentamiento global, los terremotos, huracanes y otros desastres naturales, son resultado directo de esta merma en el número de Piratas. Para ilustrar este hecho, he incluido este bien conocido gráfico de un estudio reciente:
Como se puede ver hay una significativa relación estadística inversa entre los Piratas y la temperatura global. Pero por supuesto no todas las correlaciones son causales. Por ejemplo, echemos un vistazo a estas correlaciones aparentes respecto a la propuesta del DI:[18]
Podría parecer que la gente detrás del DI tiene un cociente intelectual mucho más bajo que la población en general, y un CI significativamente más bajo que los científicos, que abrumadoramente rechazan la idea del Diseño Inteligente.
Yo, por ejemplo, me inclino a creer de que esto es solo una extraña coincidencia, y que muchos de los creyentes en el DI no son necesariamente tan retrasados como los datos indican. Es completamente posible que el Monstruo Volador de Espagueti haya dispuesto esta coincidencia con objeto de confundirnos igual que con nuestros verdaderos orígenes. Puede que nunca lo sepamos.
Una conversación sobre defensores del Diseño Inteligente, no importa lo sucinta y aparente que sea, nos conduce inevitablemente a una discusión sobre Dios y la religión. Es importante establecer firmemente que la Iglesia del Monstruo Volador de Espagueti es una religión de paz, probablemente la más pacífica de todas. ¿Cómo demostrarlo? Para explorar el alcance de esta afirmación echemos un vistazo a la religión y la violencia a través de la historia, en particular a lo que se refiere a la guerra y la muerte.
El cristianismo parece ser el Rambo de las religiones, con sus Cruzadas, la Inquisición, varias rebeliones sangrientas, los Conquistadores… La lista parece interminable. Basta con decir que cuando Jesucristo estableció, con sus hechiceras maneras a lo Yoda: «Y en cuanto a mis enemigos, a esos que no querían tenerme por rey, traedlos acá y matadlos en mi presencia»,[19] la gente se lo tomó al pie de la letra. Los judíos[20] y los musulmanes tampoco lo han hecho mal por sí mismos, y todavía siguen dando caña. Incluso encontramos a hindúes luchando en China. Así pues, resaltando en cada dato, hallamos que la religión puede ser violenta y dar miedo. Por otra parte, no hay ni un solo dato que avale ninguna muerte por parte del MEVismo, lo que parece que implica que tiene el más bajo porcentaje de muertes. Si esto es cierto, es una prueba evidente de que el MEVismo es una religión pacífica.
Miremos ahora cuántas críticas hay contra el cristianismo, el islam y el judaísmo. La gente parece no poder decidirse sobre lo más simple, como qué libro sagrado seguir, no digamos ya cuál es el verdadero. Se producen discusiones entre amigos y países, decenas de miles de libros sobre todas las religiones, todos buscándose las vueltas, cháchara sobre a qué dios adorar (hinduismo), más cháchara sobre al primo de qué viejo profeta seguir (islam). Menudo chocho tienen montado. Sin embargo exactamente, se pueden contar, hay cero libros escritos buscándole las vueltas a la teoría del Monstruo Volador de Espagueti. Ni siquiera hay críticas académicas, solo apoyos por su parte, y a los académicos les encanta discutir sobre cualquier cosa. Todo esto nos lleva a pensar que el MEVismo probablemente sea la fe verdadera.
Finalmente, descubrimos que las religiones suelen poner mucho énfasis en el «dogma», lo que es una forma de decir que tienen razón más allá de toda duda. Incluso el más devoto de los pastafaris se rascará la cabeza y se acomodará nerviosamente el parche del ojo ante esa idea. Dogma significa una creencia absoluta en algo, y para tener una creencia absoluta en algo básicamente sería necesario ser omnisciente,[21] joder. Nosotros tenemos un acercamiento diferente: los creyentes en el MEV rechazamos el dogma. Lo que no quiere decir que no creamos que tenemos la razón. Obviamente la tenemos. Sencillamente nos reservamos el derecho a cambiar nuestras creencias según aparezcan nuevas pruebas, o se produzca una mayor comprensión de las que ya hay. Nuestro rechazo del dogma es tan fuerte que dejamos abierta la posibilidad de que el Monstruo de Espagueti Volador no exista en absoluto. Así, en cierto modo, podríamos decir que somos de mentalidad extremadamente abierta, y que algún día podríamos cambiar de opinión. Todo lo que pedimos son pruebas de Su no existencia.
El registro fósil está lleno de pruebas de Su existencia. Solo hay que saber dónde mirar.