[1] Comparado, por ejemplo, con las abejas republicanas, que comiteaban en vez de enjambrar y tenían tendencia a quedarse mucho dentro de la colmena, votando a favor de más miel. <<
[2] Es decir, todos los hechiceros que conocían al archicanciller Ridcully estaban dispuestos dejarse liderar. <<
[3] Pocas religiones detallan con precisión el tamaño del cielo, pero en el planeta Tierra el Libro del Apocalipsis (cap. XXI, v.16) dice que es un cubo de doce mil estadios de lado. Lo cual equivale a algo menos de 15.000.000.000.000.000.000 metros cúbicos. Incluso admitiendo que la Hueste Celestial y otros servicios esenciales ocupen por lo menos dos tercios de este espacio, eso deja alrededor de veintiocho mil metros cúbicos de espacio para cada ocupante humano, suponiendo que se permita la entrada a toda criatura a la que se pueda llamar «humana» y que la especie humana llegue algún día a ser un millar de veces el número de humanos que han vivido hasta ahora. Se trata de una cantidad de espacio tan generosa que sugiere que también se ha dejado sitio para algunas especies alienígenas, o bien —un pensamiento feliz— que se permiten mascotas. <<
[4] Muchas de las cosas que construyó el arquitecto y diseñador por cuenta propia Jenaro Escéfalo («Jodido Estúpido»). Johnson quedaron registradas en Ankh-Morpork, a menudo bajo el epígrafe «Causa de la muerte». La gente estaba de acuerdo en que había sido un genio, por lo menos si se daba una definición amplia al término. Lo cierto es que nadie más podía hacer una mezcla explosiva a partir de arena común y agua. Un buen diseñador, decía Johnson, tiene que ser capaz de cualquier cosa. Y estaba claro que él lo era. <<