Los autores desean dejar sentado que la intención de este libro no es difundir calumnias de ninguna clase contra el budismo, pues ambos consideran que éste, en sus muchas formas existentes y en su expresión más alta, es el sistema de pensamiento más avanzado que ha elaborado la mente humana para afrontar el misterio de la existencia. Por desgracia, como cualquier otra filosofía, religión o sistema de pensamiento, el budismo está sujeto a corrupciones debidas a la debilidad y la codicia humanas. Las censuras de los autores se dirigen contra los charlatanes y oportunistas —tan comunes en China en la época de nuestra historia— y no contra los practicantes de la verdadera fe budista.