Capítulo 36

MOPO TERMINA SU HISTORIA

Ésta es la historia de Nada, el Lirio, y de la manera cómo la vengamos, mi padre. Es un relato triste, aunque verdadero. Todo era triste en aquellos días. Todo cambió con el reinado de Panda, porque Panda era un hombre de paz, que supo hacerse amar por su pueblo.

Ya me queda muy poco por añadir. Como no podía seguir viviendo en esas tierras que tantos recuerdos penosos encerraban, me trasladé a Natal, al lugar donde antes se levantaba la aldea de Duguza.

Los huesos de Dingaan en el fondo del precipicio fue lo último que contemplé antes de mi partida; al poco tiempo quedé ciego, mi padre, no sé si a causa de derramar tantas lágrimas. También cambié mi nombre, porque una lanza podría buscar el corazón del que había derrocado a dos reyes, haciendo correr las sangres de Chaka, Dingaan y Umhlangana.

Silenciosamente, aprovechando el amparo de las sombras de la noche, mi hijo adoptivo Umslopogaas me condujo a través de la frontera, hasta Stanger, y desde entonces he vivido en estas tierras, haciéndome pasar por brujo. Soy un hombre rico. Umslopogaas consiguió que Panda me devolviese el ganado que Dingaan me había robado y lo trajo hasta aquí. Pero nadie sabe, ni siquiera los que viven más próximos, en la aldea de Duguza, que el viejo Zweete, el brujo ciego, no es otro que Mopo, el que mató a Chaka, el León de los zulúes. Nadie lo sabe, tú eres el único a quien se lo he contado, mi padre. No repitas esta historia hasta después de mi muerte.

¿Qué ha sido de Umslopogaas? Regresó con la gente del Pueblo del Hacha para gobernarlos, pero jamás volvieron a ser tan poderosos como en los días en que vencieron a los halakazis en sus propias cavernas.

Panda le ofreció su ayuda porque no sabía que era hijo de Chaka, y Umslopogaas ya no se preocupó por recuperar el trono que por derecho le correspondía, pues desde la muerte de Nada perdió todo interés por él. Sin embargo se convirtió en capitán del regimiento Nkomabakosi y luchó con bravura en muchos combates, apoyando a Umbelazi, hijo de Panda, en las luchas de Tugela, cuando Cetewayo asesinó a su hermano Umbelazi.

Después conspiró contra Cetewayo, al que odiaba, y de no haber sido por cierto cazador blanco llamado Macumazahn, Umslopogaas habría muerto. Pero el blanco le salvó con su ingenio.

De vez en cuando Umslopogaas me visita, ya que siente un profundo afecto por mí; pero ahora se ha marchado hacia el norte y ya no volveré a oír su voz. No, no conozco la historia completa, aunque sé que en ella intervino una mujer. Éstas han traído siempre mala suerte a mi hijo adoptivo. He olvidado la historia de esa mujer, porque sólo recuerdo lo que acaeció hace muchos, muchos años, antes de que me volviese viejo.

¡Mira mi mano derecha, mi padre! Ya no la puedo contemplar, y sin embargo me parece verla como una vez, hace mucho tiempo, manchada de rojo por la sangre de dos reyes. Mírala…

De pronto el anciano calló y su cabeza se inclinó sobre el pecho. Cuando el hombre blanco que escuchaba esta historia la tomó entre sus manos y la levantó, ¡Mopo estaba muerto!